Por Romina Bevilacqua
17 enero, 2015

Una investigación publicada recientemente en la revista PLOS ONE por un equipo liderado por científicos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, documenta el movimiento de los osos polares de generaciones más recientes, hacia zonas con hielo oceánico más perdurable. El equipo analizó la información del flujo genético del animal recopilada a lo largo de dos décadas, el mismo período en el que disminuyó  notablemente el hielo oceánico característico del hábitat del animal. El flujo genético ocurre cuando animales de una población se juntan con otra, transfiriendo así sus genes al nuevo grupo. Los investigadores establecieron cuatro zonas de poblaciones de osos polares: la Cuenca polar oriental, la cuenca polar occidental, el archipiélago canadiense y el sur de Canadá (ver foto).

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El reciente flujo genético direccional de los osos polares hacia el Archipiélago canadiense.

Luego los científicos recolectaron evidencia que demostró que la dirección del flujo genético se movió hacia el norte, desde el sur de Canadá y la cuenca Polar oriental hacia el archipiélago Canadiense. Esta última área posee una gran retención de hielo oceánico, mostrando menos derretimiento en el verano gracias a las latitudes más frías en las que se encuentra, sus patrones de circulación y su complejidad geográfica. Basándose en proyecciones futuras del hielo oceánico, y el clima más cálido, el equipo generó la hipótesis de que el Archipiélago Canadiense podría convertirse en el futuro en un refugio de osos polares. “Nuestra información entrega evidencia empírica que sustenta esta hipótesis”, dicen.

El análisis de información de un flujo genético más histórico no demostró el movimiento hacia el norte que actualmente el equipo sí logro documentar en su ensayo. “El movimiento hacia el norte por parte del flujo genético del oso polar es algo nuevo”, dije en un comunicado Elizabeth Peacock, investigadora del Servicio Geológico de los Estados Unidos y autora principal del estudio. “Mediante la observación del maquillaje genético de los osos polares, podemos estimar niveles y direcciones hacia las cuales se mueve el flujo genético, lo que representa el pasado del apareamiento y el movimiento, y la expansión de la población y su contracción”, dice Peacock. “Documentar cambios en la conectividad subpoblacional le permitirá a las naciones polares ajustar proactivamente acciones para seguir disminuyendo el hábitat de hielo oceánico”, escribió el equipo.

Visto en: Discovery

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