Por Romina Bevilacqua
24 febrero, 2015

Lo peor es que la cervecería utiliza testículos de ballenas fin, una especie en peligro de extinción. 

Lo están haciendo de nuevo. La cervecería islandesa que desató la ira de conservacionistas el año pasado cuando lanzó una cerveza hecha de la carne, huesos y aceite de las ballenas en peligro de extinción (rorcual común o ballena fin) ahora vuelve con otra receta de cerveza basada en estos gigantes mamíferos marinos. Sin embargo esta vez la Hvalur 2 es una cerveza hecha con los testículos de las ballenas.

De acuerdo a Dagbjartur Arilíusson, el copropietario de la Cervecería Steðjar, esta cerveza de edición limitada está siendo preparada para el festival Thorrablot de este año, una celebración en pleno invierno para honrar al dios noruego Thor. El festival no sólo consiste en celebrar al dios del trueno y la fuerza sino que también se trata de probar delicias Islándicas: “Nosotros comemos testículos de carnero, tiburón podrido o grasa de ballena agria, tal como lo hacíamos en la antigüedad”, señaló.

Los testículos de ballena –uno por tonel de cerveza— también están siendo preparados de la manera “tradicional”: secados en humo de estiércol de oveja. (Prácticamente no hay árboles en Islandia, por lo que las fogatas son escasas). ¿El resultado? “Un excelente sabor ahumado”, dice el cervecero, agregando que la carne de ballena es “un brebaje muy sano” que  ayuda a la gente a “convertirse en verdaderos vikingos”.

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Los otros ingredientes de la cerveza son bastante normales: agua pura, cebada de malta y lúpulo. El problema es que las ballenas fin son una especie en peligro de extinción, de acuerdo a la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, e Islandia es el único país que aún las caza  –una práctica reanudada tras una prohibición de dos años–. Los oficiales islandeses no creen que estas ballenas estén en peligro, ya que su población es más abundante en el Atlántico Norte.

Globalmente, las rorcuales comunes fueron explotadas fuertemente durante la época industrial ballenera”, explica Kate Wilson de la Comisión Internacional de Balleneros. “Evaluaciones de la población del Atlántico Norte nos indican que la población de esta especie está en un estado saludable”.

Los grupos conservacionistas, sin embargo, son claros en su opinión respecto a la caza de ballenas por los pescadores islandeses y la cerveza hecha de testículos. La organización por la Conservación de Delfines & Ballenas ha llamado a esta cerveza de “sensacionalista” y “un movimiento calculado, no sólo para deshonrar a esta hermosa especie en peligro al usar sus partes más íntimas como una estrategia de marketing, pero también es un insulto a la comunidad conservacionista y a aquellos que amamos y respetamos a las ballenas”.

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Arilíusson admitió que “esperábamos algo de oposición de los ambientalistas, pero vivimos en un país que permite la caza de ballenas”. También llamó a los pescadores islandeses “auto-sustentables y muy responsables”, y señaló que agregar carne a una cerveza es una decisión inusual: “No es para nada común”, dijo. “Creo que hay unas pocas en los Estados Unidos, pero no es común aquí”.

Julia Herz, directora del programa de cervezas artesanales de la Asociación de Cerveceros de los Estados Unidos, pudo identificar sólo unos pocos “ejemplos aislados”, incluyendo la cerveza Montaña Rocosa de ostra, de la compañía Wynkoop y la cerveza de donuts, jarabe de arce y tocino de la empresa Rogue Voodoo.

Hvalur salió a la venta en enero 23. La cervecería espera vender 20,000 botellas, alrededor de lo mismo que la cerveza Hvalur 1, de carne y huesos de ballena, vendió el año pasado. Irónicamente, las autoridades de salud consideraron en ese entonces que la cerveza hecha de ballena era ilegal, y que la compañía ballenera que vendía la carne a la cervecería no tenía los derechos para hacerlo. Esta decisión, sin embargo, salió meses después de que la Hvalur 1 ya se había agotado.

Visto en: Take Part