Esta gigantesca reserva de agua estaría a más de 400 km bajo la superficie del planeta. 

Después de décadas de sospechas, ahora por fin los científicos tienen pruebas que podrían respaldar la tesis de que al centro de nuestro planeta existe agua. Investigadores de la Universidad de Northwesters y la Universidad de Nuevo México descubrieron evidencias que demostrarían que existe un enorme océano bajo nuestros pies escondido en el manto de la Tierra. Sin embargo este océano no está conformado por el agua que todos conocemos. El geofísico Steve Jacobsen y el sismólogo Schmandt, ambos autores principales del estudio publicado en la revista Science, señalaron que la presión combinada con las altas temperaturas en el manto fuerzan al agua a dividirse en el radical hidroxilo (HO) –la forma neutra del ion de hidróxido–, que luego es capaz de combinarse con los minerales a un nivel molecular.

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Mineral ringwoodita, Discovery

Esta agua, que se funde con la roca, podría ser la mayor reserva de agua en la Tierra y se cree que las placas tectónicas generan un ciclo donde esta agua entra y sale y de esta forma afectan el parcial derretimiento de las rocas en el manto del centro del planeta. “Los procesos geológicos en la superficie de la Tierra, como los terremotos o erupción de volcanes, son una expresión de lo que está ocurriendo bajo la superficie, fuera de nuestra vista”, comentó Jacobsen en un comunicado de prensa. “Creo que finalmente estamos viendo evidencia de un ciclo completo de agua en la Tierra, que podría ayudar a explicar la vasta cantidad de agua líquida en la superficie de nuestro planeta habitable. Los científicos han buscado este océano perdido en las profundidades por décadas”, agregó.

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La Tierra está dividida en tres capas: la corteza, el manto y el núcleo. Pero el manto en sí también se divide en 4 partes. Muchos científicos han asumido que la zona de transición entre la parte superior e inferior del manto (402 km a 660 km bajo la superficie) contenía agua, pero este experimento es el primero en proveer evidencias directas. Para este estudio los científicos recopilaron información de más de 2.000 sismómetros en EE.UU y utilizaron complejos modelos computacionales para replicar las condiciones en la zona de transición. Una de las claves de sus hallazgos fue que descubrieron que el mineral que albergaba esta agua era la ringwoodita, descubierta en 1969 en un meteorito. Este mineral es una especie de olivino que existe en ambientes de altas presiones y temperaturas.

“La ringwoodita es como una esponja, absorbiendo agua”, señaló Jacobsen. “Hay algo muy especial sobre su estructura cistalizada que permite que atraiga al hidrógeno y atrape agua. Este mineral puede contener mucha agua en las condiciones del manto inferior“.