Está más que claro que esta ardilla sabe disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
Sedosas, recién planchadas, confortables y con olor a rosas, lavanda o vainilla. Una invitación perfecta para acurrucarse y soñar con las cosas más lindas de la vida. Eso es lo que generan las sábanas limpias. Sí, así de simple. Cuando llego por la noche del trabajo, agotada y con las únicas ganas de comer y ver televisión, el recordar que esa mañana hice un recambio en mi cama, es lo que me puede volver a llenar de energías para tomar una ducha, ponerme pijama y realizar un salto épico hacia ese templo de paz. La forma perfecta de finalizar hasta el día más terrible del año.
Por supuesto no soy la única que sabe disfrutar de ese momento y te lo puedo comprobar con la más tierna, encantadora y genial criatura que puedas llegar a imaginar.
httpv://youtu.be/ySURk6yw9rE