Imagina lo duro que trabaja una abeja en un solo día. Las abejas se ocupan de al menos 2000 flores al día con sus pequeñas alas batiéndose 10.000 veces por minuto, acarreando el polen y aportando para nuestro suministro de alimentos. ¿Suena agotador?
Las abejas sienten sed y necesitan fuentes seguras de agua. El problema es que el agua no está siempre disponible. Estos insectos necesitan aguas poco profundas para beber, sin embargo estas fuentes de agua se evaporan muy rápido. Los bebederos para pájaros no son la mejor opción para las abejas, porque se ahogan si son profundos y en ríos y lagos las abejas arriesgan la vida tratando de conseguir agua entre medio de peces, ranas y otras criaturas silvestre, sin mencionar el riesgo de ser arrastradas por las corrientes de agua.
Para ayudar a hidratar a nuestras pequeñas polinizadoras, arma un bebedero llenando un molde de pastel con canicas y agua. Las canicas dan a las abejas el lugar para pararse de manera que no se ahoguen cuando vengan a beber. ¡No más abejas ahogadas!