Ryan Kelly ama tanto a su perro, que hizo un negocio sólo para él.
A pesar de haber tenido 10 años cuando introdujo su negocio al programa de televisión para emprendedores llamado Shark Tank. Ryan Kelly no es un extraño al emprendimiento. Ryan dice que siempre ha amado los negocios, comentando que “tenía puestos de limonada, vendía dulces de Halloween en el autobús, ¡e incluso arrendé mis zapatillas a mi hermano una vez!” Sin embargo, fue el perro de Ryan, Barkley, el que lo ayudó a lanzar La Ruffería de Ry y que eventualmente lo hizo terminar en Shark Tank.
El mejor amigo del hombre merece algo mejor
El pequeño Ryan había recién adoptado a su nuevo mejor amigo, Barkley, del refugio de animales. Él y su familia compraron unos premios para el perro en una tienda cercana, pero cuando llegaron a casa, toda la familia opinó que los premios no eran muy buenos (Barkley ni los probó). Determinado a darle a su nuevo compañero canino el premio perfecto, Ryan se puso a trabajar. Consultó a veterinarios, experimentó con sabores apetecibles para los perros, y luego, se puso un delantal y se puso a trabajar en la cocina de su casa.
¿El resultado? Un premio tan deliciosos que Barkley enloqueció. Pero Ryan pronto descubrió que no era solo Barkley el que aullaba de felicidad por sus nuevos premios totalmente naturales y saludables. Ryan comenzó a darle regalos a otros perros del barrio, y estos ¡fueron todo un éxito!
Un niño nada con tiburones
Ryan admite que la primera vez que escuchó de Shark Tank, comenzó a ver episodios pensando que se trataba de un programa de tiburones reales (un error válido, Ryan). A pesar de estas primeras impresiones algo confusas, a Ryan le empezó a gustar el programa, el cual pone a emprendedores ilusionados en una pieza con inversionistas brutales.
Cuando se supo de los premios naturales para perro de Ryan, un miembro de la comunidad llamó a Shark Tank tras enterarse que el programa buscaba a jóvenes emprendedores. Un productor llamó a la madre de Ryan, y en minutos, ya estaba inscrito para nadar con tiburones.
A pesar de ser uno de los emprendedores más jóvenes que apareciera en Shark Tank, ¡Ryan logró imponerse a su pequeño tamaño y sacar una tajada! Barbara Corcoran, una de las inversionistas, sabía que su emprendedor de primaria era una gran pesca, y Ryan terminó por recibir $25,000 dólares a cambio de un 25% de su negocio.
¿El consejo de Ryan? El emprendimiento puede ocurrir a cualquier edad
Desde que Ryan participó en Shark Tank, su negocio ha ido en aumento y sus ganancias iniciales de $800 dólares ¡han crecido a las seis cifras! Ahora es conocido como el “niño de Shark Tank” en su escuela y hace lo mejor que puede para manejar su negocio en los fines de semana. Él tiene que ayudar a su madre, quien ahora trabaja en La Ruffería de Ry como administradora de tiempo completo, y a su hermano mayor, su mejor empleado.
Ryan ofrece consejos a aquellos interesados en comenzar negocios: “No dejes que nadie te diga lo que no puedes hacer”.
¿Y en el caso de Barkley, la inspiración canina para La Ruffería de Ry? Él es un feliz, gordo y mimado perro, que arruga la nariz a cualquier premio que no sea hecho por su mejor amigo, ¡Ryan!
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