Este ergónomo tiene una misión: diseñar una oficina que mejore tu estado físico, salud mental y productividad. Todo está científicamente comprobado y cuando descubras su simple solución, te darán ganas de haberla conocido antes. Hace diez años los ergónomos pasaron mucho tiempo creando sillas perfectas para la postura de cientos de empleados de grandes empresas. Uno de ellos fue el Dr. Mark Benden, uno de los principales ergónomos de los Estados Unidos. Pero cuando se le pidió modificar los diseños existentes de silla para trabajadores de oficina que sufrieran de obesidad, tuvo un momento de inspiración: “¿Era la obesidad la causa de la inactividad o la inactividad la causa de la obesidad? ¿Cuál viene primero?”, cuenta. Sus sillas fueron creadas con el fin de curar molestias relacionadas al trabajar en un escritorio, como el dolor de espalda, pero al final eran tan cómodas que parece que ya nadie se levantaba a hacer nada.
Ahora su misión es hacer que los trabajadores de oficina, junto con otras personas, se levanten. Su nueva silla ya está siendo probada en distintas oficinas y escuelas a lo largo del país. Algunas de sus características son: el recordador en tu computadora. “Imagina que estás sentado en tu escritorio, por más de una hora, lo cual es demasiado”, dice Benden. “Ahora tu computadora tiene la capacidad de saber que has estado sentado ahí durante todo este tiempo”. Tu computador, gentilmente, te avisará mediante mensajes pop up para que tomes un descanso y te levantes.
Si eso no hace que te muevas, hay una Fase Dos: el computador toma acción física. “Mientras estas sentado ahí trabajando, de la nada tu escritorio comienza a alzarse y no te queda más opción que levantarte”, dice Benden.
En la actualidad, Benden está probando estos sistemas con adultos para ver si la intervención de la computadora será más efectiva que las advertencias que hemos estado viendo en las noticias. En los últimos años, el comportamiento sedentario ha sido vinculado a todo tipo de malestares, desde inflamación del colon hasta cáncer de pulmón y diabetes. Pero saber eso no ha hecho que los trabajadores se despeguen de su silla –que probablemente ya tiene el molde de sus traseros marcado–. Quizás la computadora lo logre.
Por supuesto, esto no significa que esa tecnología sea económica, y esto puede parecer como una presentación de ventas de un ergónomo intentando vender un nuevo producto. Las publicaciones de sus estudios se tratan de estudiantes, pero su investigación actual mira a las oficinas. Pon atención a sus resultados :
En un call center de Tennessee, donde la productividad es fácilmente cuantificable, Benden dividió a los trabajadores en grupos sentados y otros de pie. “Lo que descubrimos es que aquellos en estaciones ‘de pie’ fueron 40% más productivos”, dijo Benden. Más aún, otros estudios en la parte corporativa de los Estados Unidos descubrieron que “los grupos que trabajan de pie en proyectos grupales no solo fueron más creativos, sino que estuvieron más abiertos a discutir sus ideas, mientras que sentados podrían estar más a la defensiva sobre ellas”.
¿Por qué sucede esto? Benden compara este componente sicológico a una escena de bar. “Estás de pie en un bar y alguien se te acerca y comienza a hablarte, le hablas ahí en la barra y tienen una agradable conversación”, dice Benden. Pero cuando llega un amigo mutuo, se acerca a la barra y toma una silla la dinámica cambia. “Esa persona ya no está en la conversación – no está contigo,” dice Benden. Es igual en el trabajo. Algo sobre estar de pie nos hace ser más abiertos los unos con los otros.
Sin embargo, hay algunos reparos al estar de pie. “La mayoría de los efectos adversos –y que son bastante fastidiosos– son el dolor y molestias en las rodillas, espalda, piernas y várices si estás de pie de forma estática”, dice Benden. Es por eso que recomienda que tengan un bloque o baranda en la cual descansar un pie. Al ir alternando el pie que descansa, dejas que un lado de tu cuerpo descanse, y luego el otro.
También recomienda usar un taburete cuando estés cansado. “Incluso el sentarse en un taburete es más cercano a la postura de, digamos, andar en bicicleta”, dice Benden. “Tu cuerpo entero está comprometido en la acción, los grandes músculos esqueléticos que te mantienen derecho están activos y estás bombeando un buen número de químicos muy buenos por tu cuerpo como la lipoproteína lipasa, la cual es un tipo de aspiradora para la grasa”.
Sobra decir que Benden es hoy más fanático del taburete que de su súper cómoda silla de oficina. “Cuando el cuerpo está comprometido, la mente lo está también”, dice. “No es ciencia de cohetes”.
Quizás su propuesta de trabajar de pie sea un poco extrema, pero no nos vendría mal levantarnos de nuestro asiento en la oficina un poco más seguido, caminar un poco, tomar aire y volver renovados al puesto de trabajo ¿no?