Por Romina Bevilacqua
20 febrero, 2015

Un extraño fenómeno está generando un conflicto de aguas entre los territorios. 

La Sequía del Milenio de Australia, que comenzó a mediados de 1990 y que continuó hasta 2012, es considerada la peor sequía registrada, y tuvo como resultado enormes pérdidas para los granjeros y otras economías dependientes de la lluvia. Muchas áreas del sur de Australia siguen experimentando frecuentes sequías, y los investigadores de la Australian National University han descubierto un posible motivo. Al aumentar los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, las nubes con lluvia que iban a quedarse en Australia son empujadas hacia la Antártida. Este proceso podría también explicar porqué el calentamiento global no avanza tan rápido en la región Ártica.

“Con el calentamiento global, la Antártida está robando más lluvia desde Australia”, dijo el investigador principal, Nerilie Abram, en un comunicado de prensa. “No son buenas noticias. Si los gases de efecto invernadero continúan aumentando, tendremos menos tormentas y lluvia en Australia. A medida que los vientos del oeste se vuelvan más fuertes, tenderán a atrapar más aire frío en la Antártida”.

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Estos fuertes vientos que pasan por el Paso Drake –que se extiende desde el extremo sur de Sudamérica hasta el océano Antártico– están calentando el clima a una velocidad acelerada, causando un aumento en el derretimiento de hielos, retiro de los glaciares y colapso de casquetes de hielo en la Península Antártica. La información relacionada con el cambio climático en el Ártico ha sido bastante inaccesible hasta antes de este estudio, con registros que sólo abarcan hasta mediados del siglo pasado. Pero al analizar los indicadores de núcleos de hielo, anillos de los árboles y lagos en Sudamérica, Abram y sus colegas pudieron crear una línea de tiempo de más de 1.000 años relacionada a los vientos del oeste.

“Los vientos del océano Antártico son ahora más fuertes que en ninguna otra época de los últimos 1.000 años”, afirmó Abram. “El fortalecimiento de estos vientos ha sido particularmente notables en los últimos 70 años, y al combinar nuestras observaciones con los modelos climáticos, podemos relacionar fácilmente esto a los crecientes niveles de gases de efecto invernadero”.

Otros investigadores involucrados en el estudio dijeron que el cambio climático en la Antártida puede ser ahora comprendido con mayor exactitud. “La potenciación de estos vientos del oeste nos ayuda a explicar por qué grandes áreas del continente Antártico no muestran aún evidencia del calentamiento global”, dijo el Doctor Robert Mulvaney, de British Antartic Survey, en el comunicado.

Visto en: Isciencetimes

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