Ya no pueden culpar a esas criaturas gruñonas de la existencia de estas formaciones como decía la leyenda, la ciencia encontró a otro culpable…
Cuenta la leyenda que esas extrañas torres fueron formadas tras una batalla entre gigantescos trolls que se arrojaban estos pilares entre sí, sin embargo la ciencia ha descubierto la verdadera razón por la que se formaron estas extrañas figuras y resulta que la culpable es la naturaleza y sus volcanes. Los alrededor de 40 pilares de piedra repartidos en el Valle Skaelingar y que han atraído a diversos turistas en el tiempo, en realidad son el resultado de una inusual interacción entre el agua del río Skafta y la lava.
Tracy Gregg
Lo sorpresivo de este descubrimiento es cómo lograron estas torres huecas y rugosas formarse en tierra, ya que hasta ahora los científicos sólo las habían visto bajo el agua y creían que al encontrarse el agua y la lava en tierra firme producirían vapores explosivos o formaciones de lava acojinada (por su similitud a una almohada o cojines). Cuando Tracy Gregg, coautora del estudio que se publicó en el Journal of Volcanology and Geothermal Research, estaba explorando los terrenos de Islandia en 1998 se encontró con estos extraños pilares que prácticamente se ven como árboles sin ramas. Algunos de ellos llegan a medir hasta 2.4 metros de alto y 1 m de ancho. Cuando preguntó a los locales de qué se trataba, escuchó la historia de la guerra de trolls pero… simplemente no la convenció. Gregg ya había estudiado estructuras similares bajo el agua así que la entusiasmó la idea de que fueran parte del mismo fenómeno cuando la lava entra en contacto con el agua así que comenzó a investigar más acerca de ellas. “Nunca antes habían sido observadas o descritas en tierra firme. Sólo habían sido descritas en las dorsales oceánicas a 3km de profundidad“, cuenta Gregg.
NOAA
Lamentablemente, Tracy Gregg no tuvo oportunidad de estudiar nuevamente estos pilares hasta 2010 cuando uno de sus alumnos ya graduados, Kenneth Christie, recibió un fondo para estudiar las estructuras. Gregg y Christie concluyeron que las extrañas formaciones de Skaelingerse formaron tal como lo hacen aquellas bajo el agua, durante la explosión del volcán Laki en 1783, cuando una fisura expulsó lava durante 8 meses.