Cuando hablamos de vivir sano se asume casi automáticamente que comer saludablemente significa elegir comida orgánica de alto costo y que eso es un lujo que simplemente ya no nos podemos dar. Pero alimentarse con comida orgánica no necesariamente tiene que ser algo que te haga reventar tu presupuesto. A continuación te mostramos seis maneras para ayudarte a tomar mejores decisiones a la hora de ir a comprar alimentos sanos y que sean amistosos para tu billetera.
1. Decídete a enfocar tu dinero en las cosas que son más importantes
Por ejemplo elige comprar pescado crudo y mariscos en vez de comida que venga de una granja; café orgánico en vez de café normal (que tiene pesticidas) y si quieres comprar carne, adquiere la que viene directamente de la granja y productos avícolas que vengan directamente del gallinero.
2. Alimentos costosos y de baja calidad que debieran ser eliminados de tu dieta
Reduce la cantidad de alimentos altamente procesados que compras para ti y tu familia. No solo tienen precios excesivamente altos sino que tampoco poseen el valor nutricional que los alimentos “reales” sí poseen.
3. Recuerda que lo orgánico no es necesariamente mejor que lo producido localmente
Elige comprar alimentos de producción de la temporada y que sean locales, dentro de lo posible. Conoce y hazte amigo de los granjeros de tu zona y descarga la lista de producción local de la temporada presente en tu zona (por ejemplo, “Foodland Ontario”). No solo estarás disfrutando de la producción más fresca y sabrosa disponible (que no ha viajado más de 500 kilómetros para estar en tu mesa) sino que también estarás ahorrando dinero.
4. Hazte nuevamente amigo de tu cocina
Es un hecho conocido por todos que los alimentos producidos en casa son más baratos que los alimentos procesados para llevar. Además, podrás pasar más tiempo con tu familia en vez que pasar tiempo yendo a buscar la comida para llevar.
5. Compra en grandes cantidades
Los envases más grandes de comida te costarán muchísimo menos que los paquetes individuales o más pequeños. Piensa en todos los alimentos orgánicos y sanos que puedes comprar en grandes cantidades y congelarlos, como la carne, el pescado, los productos avícolas, quesos y frutas de estación como las berries.
6. Lleva tu propio almuerzo
Y, dentro de lo posible, invierte en envases que sean amistosos para el medio ambiente y que te permitan mantener tu comida fresca, segura y envuelta con estilo. Reúne colaciones de calidad que sean sanas como frutos secos y semillas, queso y galletitas, vegetales frescos y frutas en vez de comprar colaciones que sean menos sanas, más caras, pre-envasadas y que sean altamente procesadas.