Poco después de dar a luz a su hijo, Freddie, Rowena empezó con dolores en el estómago. Primero, los doctores pensaron que estaba relacionado con el embarazo y le dieron medicamentos para el dolor. Por seis meses, Rowena tenía dolores todos los días. Cuando el dolor empeoró, finalmente fue al doctor para sacarse una serie de exámenes. Después de una ronda de dolorosas pruebas, recibió una impactante noticia: tenía cáncer intestinal. Ella sabía que iba a morir pero en vez de enfocarse en su muerte, se enfocó en el futuro de su hijo.
Rowena sabía que moriría en cualquier momento, pero no se aminoró para hacer lo siguiente:
En vez, ella y su esposo Phil querían buscar una manera de tener esperanza en el futuro.
Antes de empezar el tratamiento por el cáncer, Rowena congeló óvulos, solo en el caso que pudieran encontrar una vientre sustituto en el futuro.
No estaba segura de lo qué le deparaba el futuro, pero ella quería estar lista.
En el esfuerzo para batallar contra el cáncer, los doctores le removieron sus ovarios, el útero, parte del intestino y el abdomen.
No le importó el drástico tratamiento, ella solo quería una oportunidad de tener más tiempo con Freddie y Phil.
Cuatro meses después de la cirugía, el cáncer se extendió a su hígado, pulmones y pelvis. No tenía esperanzas.
Así que Rowena empezó a planificar la vida después de la muerte. Hizo cartas para que el pequeño Freddie pudiese abrir en ocasiones especiales. Tenían mensajes para él.
Freddie podría abrir un pequeño mensaje especial de su madre en todos sus cumpleaños.
Rowena encontró que sería raro estar escribiéndole a Freddie a los 21 años. No podía imaginarse cómo luciría.
Ella quería entregarle estas cartas de manera que cuando las viera, él pudiera sentirla cerca y saber que ella lo amaba.
Ella no quería que Freddie la pusiera en un pedestal tampoco, así que le diría que ella no es perfecta. Sólo que lo ama y quería que supiera eso.
Rowena pasó varias rondas de quimioterapia y muchas cirugías. A ella no le importó, ya que le daba tiempo extra con su familia.
Antes de morir, lo único que Rowena quiere es pasar el mayor tiempo con su familia y asegurarse que ellos sepan cuanto significaron para ella.
Aunque Rowena sigue luchando, está lejos de su hijo, lo que la apena. Así que, le dijo que su osito de peluche tiene poderes mágicos. En cualquier momento en que se sintiera solo o la extrañara, tenía que hablar con su osito. Así, ella podía escuchar sus mensajes y estar ahí para el, incluso estando en el hospital.
La vida es algo precioso, aunque muchas veces no es justa, La fortaleza que tiene Rowena para prepararse para su muerte es algo inimaginable.
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Original: Fotos e historia por dailymail.co.uk