Por Teresa Donoso
9 septiembre, 2014

Si realmente piensas en cuanto esfuerzo inviertes en rutinas, situaciones y gente que no aporta ningún beneficio a tu vida, es realmente momento de realizar un cambio. Te presentamos aquí 30 cosas cruciales que debes dejar de hacer.

Cuando dejas de perseguir las cosas incorrectas, le das una chance a las cosas correctas para que éstas lleguen a ti.

Como dijo Maria Robinson, “Nadie puede volver atrás y empezar de nuevo, pero uno puede empezar hoy y ser el artífice de un nuevo resultado.” Nada más cercano a la verdad. Pero antes de que puedas comenzar ese proceso de transformación tienes que dejar que hacer algunas cosas que te mantienen atado.

Captura de pantalla 2014-09-08 a la(s) 15.40.33Aquí hay algunas ideas por las que deberías comenzar:

Deja de desperdiciar tu tiempo con la gente incorrecta. – La vida es demasiado corta como para pasarla con gente que absorbe tu felicidad. Si alguien te quiere en su vida, hará lugar para ti. No deberías tener que pelear por un lugar en la vida de nadie. Nunca, insistas en estar con alguien que pasa por alto constantemente lo que realmente vales. Recuerda, las mejores personas no son las que están junto a ti cuando estas pasando tus mejores momentos, sino aquellas que están contigo en los peores momentos. Esos son tus verdaderos amigos.

Deja de huir de tus problemas. – Enfréntalos con la cabeza en alto. No, no es nada fácil. No hay persona en el mundo capaz de soportar sin daños los embates de los problemas. No se supone que seamos capaces de resolver nuestros problemas en forma instantánea.  No es esa la forma en que estamos hechos. En realidad, nos molestamos, nos ponemos tristes, nos sentimos heridos, tropezamos y caemos. Ese es el verdadero propósito de vivir – afrontar los problemas, aprender, adaptarnos y resolverlos con el transcurso del tiempo. Eso es, en definitiva, lo que nos ha convertido en las personas que somos.

Deja de mentirte. – Puedes mentirle a los otros, pero no puedes mentirte a ti mismo. Nuestras vidas mejoran solamente cuando nos arriesgamos y el primer y más difícil reto es ser honestos con nosotros mismos.

Deja de posponer tus necesidades. – Una de las cosas más dolorosas es perderse a uno mismo en el proceso de amar demasiado a alguien, y olvidar de que uno también es especial. Si, ayuda a otros; pero también ayúdate a ti mismo. Si hay algún momento en el que debes seguir tu pasión o lo que realmente te interesa, ese momento es el ahora.

Deja de tratar de ser alguien que no eres. – Una de los grandes retos de la vida es ser tú mismo y tratar de que el resto te acepte tal cual eres. Siempre habrá alguien más bello, más inteligente, más joven, pero jamás serán tú.  No cambies para que la gente te quiera. Se tú mismo y la gente apropiada  te querrá por quien realmente eres.

Deja de aferrarte al pasado. – No puedes comenzar a escribir el próximo capítulo de tu vida si sigues releyendo los que ya escribiste.

Abandona tu temor a cometer errores.  –Hacer algo que sale mal es por lo menos diez veces más productivo que hacer nada. Cada éxito tiene una huella de fracasos detrás de sí, y aún las fallas nos llevan al éxito. Siempre terminas recriminándote más por las cosas que nos hay hecho que por las que si has hecho.

Deja de regañarte a ti mismo por viejos errores. – Puedes amar a la persona equivocada y llorar por las cuestiones menos apropiadas, pero no importa cuán mal hagas las cosas, sólo una cosa es segura, los errores nos ayudan a encontrar a las personas y a las cosas que son las apropiadas para nosotros. Tú no eres los errores que has cometido, tú no eres tus dudas, y estás aquí y ahora con la capacidad de modelar tu día y tu futuro. Cada pequeña cosa que haya pasado en tu vida te ha preparado para los momentos que todavía están por venir.

No trates de comprar la felicidad. – Muchas de las cosas que queremos son caras. Pero la verdad es que las cosas que realmente nos satisfacen son totalmente gratis – el amor, la risa y trabajar sobre nuestras pasiones.

Deja de mirar a otros buscando la felicidad. – Si no estás feliz con quien eres en tu interior, nunca serás feliz en ninguna relación con nadie más. Debes primero crear estabilidad en tu vida para poder compartirla con alguien más.

Deja de holgazanear. – No pienses mucho o terminarás generando problemas que no existían. Evalúa las decisiones que necesitan acciones decisivas. No puedes cambiar aquellas cosas que te niegas a confrontar. Progresar siempre implica riesgos. Punto.  No puedes llegar a segunda base si todavía tienes tu pie en la primera.

Deja de pensar que no estás listo. – Nadie se siente 100% preparado cuando surge una oportunidad. La mayoría de las grandes oportunidades en la vida nos fuerzan a crecer más allá de nuestras zonas de confort, lo cual significa que no nos sentiremos nunca a gusto dando los primeros pasos.

Deja de relacionarte por las razones incorrectas. –  Las relaciones deben ser elegidas sabiamente. Es mejor estar solo que en mala compañía. No hay necesidad de apurarse. Si algo está destinado a ser, será – en el momento apropiado, con la persona apropiada y por las razones apropiadas. Enamórate cuando estés listo, no cuando te sientes solo.

Deja de rechazar relaciones solamente por que las anteriores no funcionaron. –  Te darás cuenta que cada persona que has conocido en tu vida ha sido por una razón. Algunas te pondrán a prueba, algunas te usarán, y algunas te enseñarán. Lo más importante es que algunas sacarán lo mejor de ti.

Deja de competir con todo el mundo. – No te preocupes por lo que otros hagan mejor que tú. Concéntrate en batir tus propios records. El éxito es una batalla entre tú y tú mismo.

Deja de sentir celos de los otros.  Celar es el arte de contar las bendiciones de otros en vez de contar las propias. Pregúntate. “¿Qué es lo que tengo que cualquier otra persona querría tener?”

Deja de quejarte y sentir pena por ti mismo. – Los golpes de la vida te son dados por alguna razón – modifica tu camino en la dirección que signifique algo para ti. Puedes no ver o entender todo lo que pase en un determinado momento, y que puede ser muy duro. Reflexiona sobre los golpes que la vida te ha dado en el pasado. Verás que la mayoría de ellos te han llevado a estar en un lugar mejor  que en el que estabas,  a ser una mejor persona, a lograr un estado mental mejor o a una situación más conveniente. Por eso ¡Sonríe! Deja que todo el mundo vea que hoy eres más fuerte de lo que eras ayer, y lo serás.

Deja de cargar con rencores. – No vivas  tu vida con odio en tu corazón. Terminarás haciendo más daño a ti mismo que el que puedes causarle a aquellos que odias. El perdón no es decir “Lo que me hiciste está bien”. Es decir, “No voy a dejar que lo que hiciste arruine mi felicidad para siempre”. El perdón es la respuesta … libérate del odio, encuentra la paz, libérate a ti mismo. Recuerda, el perdón no es solamente para los otros, es para ti también.  Si debes perdonarte a ti mismo, hazlo y trata de hacer mejor las cosas la próxima vez.

Deja de permitir que otros te rebajen a su nivel. –Niégate a bajar tus estándares para congratularte con aquellos que se niegan a subir los propios.

Deja de perder tiempo tratando de dar explicaciones a los otros. – Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las van a creer. Haz lo que sientas que es apropiado en tu corazón.

Deja de hacer las mimas cosas una y otra vez sin tomarte un descanso. – El tiempo para tomarte un respiro es precisamente el momento en que no tienes tiempo para hacerlo. Si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás obteniendo lo que estas obteniendo. A veces es necesario distanciarse para ver las cosas más claramente.

No dejes de ver la belleza de los pequeños momentos. – Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día podrías mirar hacia atrás y ver que eran grandes cosas. La mejor parte de tu vida serán los pequeños momentos que pasaste sonriendo junto a alguien que te importa.

Deja de intentar que las cosas sean perfectas. El mundo real no premia a los perfeccionistas, premia a las personas que hacen las cosas.

Deja de seguir el camino del menor esfuerzo.  – La vida no es fácil, especialmente cuando planeas lograr algo que vale la pena. Nunca tomes el camino fácil. Hay algo extraordinario.

Deja de actuar como si todo estuviera bien, cuando no todo está bien. – Está bien dejarse caer a veces. No siempre debes pretender ser fuerte, y no hay necesidad de probar constantemente que todo está bien. No te debería importar lo que los otros piensen. Llora si lo necesitas, es bueno dejar fluir tus lágrimas. Cuanto más pronto lo hagas, más pronto serás capaz de sonreír otra vez.

Deja de culpar a otros por tus problemas. – El alcance de los sueños que puedes lograr depende de cuánta responsabilidad asumas sobre tu propia vida. Cuando culpas a otros de las penas que estas pasando, niegas tu responsabilidad – le das a otros  poder sobre parte de tu vida.

Deja de tratar de ser todo para todos. – Lograr eso es imposible, y solamente tratar de hacerlo te consumirá. Sin embargo hacer que alguien pueda sonreír, puede cambiar el mundo. No al mundo entero, pero si a su pequeño mundo.  Focalízate en un rango más estrecho.

Deja de preocuparte demasiado. – Las preocupaciones no le quitarán la carga al mañana, lo único que harán es quitarte el placer al hoy. Una manera de cotejar si vale la pena preocuparse por algo es hacerte esta pregunta: ¿Esto será importante dentro de un año?, ¿Tres años? ¿Cinco años?  Si no, deja de preocuparte por eso.

Deja de focalizarte en aquellas cosas que no quieres que ocurran.– Focalízate en lo que si quieres que ocurra. El pensamiento positivo es el preludio de toda historia exitosa. Si te levantas cada mañana pensando que algo maravilloso va a suceder en tu vida, y si prestas atención, verás que estabas en lo cierto.

Deja de ser desagradecido. – Sin importar cuán bueno o malo sea tu día, no dejes de despertar en la mañana y agradecer por la vida que tienes. Alguien en alguna otra parte está peleando desesperadamente por la suya. En vez de pensar lo que te falta, trata de pensar lo que tienes y lo que a muchos otros les falta.