Se nota que era una persona muy especial.
Rebecca Townsead tenía 17 años y estaba a punto de graduarse de la secundaria. Cuando estaba en segundo año de la secundaria escribió, como parte de una tarea escolar, una carta para si misma, que debía leer en el futuro. En ella anotó tres deseos que quería hacer antes de morir: ir a España, besar a alguien bajo la lluvia y salvar una vida.
Monica Townsend
Años después de escribir esta carta Rebecca cumplió dos de sus deseos. Fue a España con su familia de vacaciones y besó a su novio Niko bajo la lluvia. Se había recién graduado de la secundaria y había sido aceptada en la Universidad de Notre Dame. Pero el trágico 2 de julio recién pasado, su vida terminó:
Rebecca había ido a ver unos fuegos artificiales junto a un grupo de amigos. Cuando regresaba con su amigo Ben Arne, los dos fueron atropellados por un auto, el que manejaba una chica de 23 años. Rebecca falleció por el impacto pero su amigo fue al hospital y sobrevivió. Una vez que se recuperó de sus heridas, Arne visitó a la familia Townsend para contarles que Rebecca le había salvado la vida al empujarlo lejos del auto diciéndole que se apurara.
Unos días después de su muerte, sus familiares estaban contando historias y anécdotas divertidas de la vida de Rebecca cuando descubrieron la lista de sus deseos. Ahí se dieron cuenta que ella había cumplido todos sus deseos después de haberle salvado la vida a su amigo y que al menos podían estar seguros de que había sido una chica feliz.
Su familiares y amigos, orgullosos de su sacrificio, decidieron compartir su legado en una página de Facebook llamada Remembering Rebecca (recordando a Rebecca) para que las personas puedan hacer buenas obras y cosas importantes en nombre de esta chica. Las respuestas en esta fanpage no se hicieron esperar y por ejemplo se organizó una campaña de donación de sangre:
From Brianna Aoyama:In continued support of the Draper-Townsend family and to continue Rebecca’s dream of saving a…
Posted by Remembering Rebecca on Jueves, 9 de julio de 2015
“En apoyo a la familia Draper-Townsend y para continuar con el sueño de Rebecca de salvar una vida, Maggie Stevenson y yo decidimos que vamos a donar sangre en su honor e invitamos a que se nos unan…”
Otro ejemplo fue el de una amiga de Rebecca que le regaló un pedido del Starbucks a otras personas para dar a conocer la historia de Rebecca.
Posted by Remembering Rebecca on Miércoles, 8 de julio de 2015
“Rebecca es una inspiración para mi. Sus esfuerzos por iluminar la vida de los demás es increíble… Hoy, en memoria de Rebecca, pagué por alguien atrás mío en el Starbucks. Incluso pequeños gestos pueden hacerle a alguien el día. Sin importar si son grandes o pequeños, todos deberíamos hacer un favor por Rebecca”.
Una linda historia que demuestra que, cuando se entrega amor a las demás personas, se siembra una pequeña esperanza para hacer de este mundo un mejor lugar.
¿Qué te pareció el ejemplo de Rebecca?