Por Teresa Hechem
27 abril, 2015

Sus padres esperan que su nuevo amigo la ayude a aceptar su capacidad especial. 

Sapphyre Johnson tiene 3 años y nació con solo dos dedos en cada mano y un dedo del pie en cada pie debido a una condición genética. Cuando era un bebé, los médicos decidieron amputarle sus pies para que ella pudiera caminar con prótesis. La semana pasada, la pequeña conoció a un perro que se convirtió en su mejor amigo… Y es que tenían algo en común:

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Un empleado del Hospital al que la niña asiste, le presentó a un perro que le faltaba una pata. Y fue amor a primera vista. La pequeña se sacó su prótesis de una pierna para tratar de ponérsela al perro, pensando que a él también le resultaría. Fue tanta la conexión que la pequeña sintió con el animal que sus padres decidieron adoptarlo. 

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Los padres de la niña esperan que su nuevo amigo la ayude a aceptar y querer su capacidad especial. Su madre siempre le ha dicho a su hija que todas las personas son diferentes y que a algunas se les nota un poco más que a otras, por lo que cree que es bueno para Sapphy que ella se de cuenta que incluso los animales pueden ser distintos y es cómo se supone que seamos.

“Sería muy aburrido si todos fuéramos iguales”, comentó la madre.