Por Hugo Moreno
27 marzo, 2015

La felicidad es posible, incluso en los lugares más adversos.

Al igual que las flores de los cactus en áridos desiertos, la vida nos recuerda que, a veces, se abre paso en lugares inesperados. Tal es el caso de Bagdad, donde a pesar de las constantes amenazas terroristas y el ambiente bélico, la alegría ayuda a librar la lucha contra el miedo:

httpv://youtu.be/C96LmhwuCI8