Por Candela Duato
16 octubre, 2014

“¿Por qué no tuviste hijos?” Siempre me sorprendo cuando alguien me hace esta abrupta pregunta. Pero la gente la hace.

“No entenderías. Tú no eres madre”.

Inspiro profundamente y me aguanto de decir lo que pienso cuando una mujer me pregunta esto. Mi decisión de no tener hijos es personal. Pero, ya que me lo preguntaste…
Cuando era joven, fue una decisión práctica. Estaba soltera, administraba un negocio, trabajaba constantemente y estaba endeudada. No me sentía cómoda para criar a un niño sola y no tenía los recursos ni el tiempo que sentía que un hijo se merece. Me casé tardíamente, me acomodé en una vida de pareja después de años de estar soltera.

Más tarde me diagnosticaron cáncer de mamas. Como resultado de la quimioterapia entré en la menopausia.

Esa es la historia. No soy menos mujer porque no tuve hijos.

De todas formas, me he encontrado con una muralla de vidrio cada vez que una mujer que es madre me dice eso.

“La maternidad me hizo una persona completa y mejor”

“Mi vida es mucho más plena”

“Soy menos egoísta y más cariñosa”

Que no sea madre no significa que soy egoísta o que mi vida esté incompleta. Tengo una vida feliz, plena y que acepto con aprecio y entusiasmo. Soy una orgullosa hija de una maravillosa madre que está sana y vibrante. Vivo con propósito, compasión y sin arrepentimientos…y sin excusas. El Camino de la Mami no es la vía que tomó mi vida, pero eso no significa que fui en la dirección incorrecta.

No existen direcciones correctas o erradas si las navegamos con gracia, amabilidad y pasión. Tengo respeto y aprecio por todas las madres y padres, únicamente pido el mismo respeto para aquellos de nosotros que decidimos no tener hijos. La gente toma distintos caminos en la búsqueda de la realización y la felicidad.

“Sólo porque no se encuentran en tu camino no quiere decir que están perdidos”. – Dalai Lama

Original.

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