¿Cuántos mitos y realidades conoces de la intolerancia a la lactosa?

"La intolerancia a la lactosa es una pequeña discapacidad digestiva". ¿Mito o realidad?

Sí, esa es la verdad. La intolerancia se da cuando existe un mal funcionamiento de una enzima dentro del sistema digestivo.

"Ser intolerante a la lactosa es lo mismo que tener una enfermedad". ¿Qué respondes a esto?

¡Para nada! Si bien se trata de una alteración en la función digestiva, no es una enfermedad como tal, ya que no deteriora al organismo ni hace que fallen sus funciones esenciales. Lo adecuado es llamarla "condición" o "sensibilidad alimentaria".

"Una persona intolerante a la lactosa, lo será para siempre". ¿Sabes la respuesta?

Si te dicen que es incurable, ya es un mito porque no es una enfermedad. Tampoco es una condición que sea de por vida. Algunos niños logran aumentar su intolerancia a la lactosa gracias a una alimentación correcta.

"La mayoría de las personas tienen dificultades para digerir la lactosa". ¿Y aquí?

Por lo tanto, no se puede decir que la intolerancia a la lactosa es una anormalidad (recordemos que es una condición) y suele presentarse conforme avanza la edad. Es importante que en los niños no elimines prematuramente los lácteos de su dieta, ya que le aportan los nutrientes esenciales para su adecuado desarrollo.

"La intolerancia a la lactosa es una condición que está de moda". ¿Cuál es la respuesta correcta?

No se trata de eso porque no es una condición moderna. Lo que es un hecho es que hoy abundan los estudios científicos que ayudan a comprenderla y a detectarla con facilidad. También existe mayor consciencia al respecto y eso se agradece.

"Lo recomendable es olvidarte de los lácteos para no tener problemas de intolerancia a la lactosa". ¿Qué dices?

Mito. Si no eres intolerante y te restringes de lácteos de tu dieta, harás que tu sistema digestivo deje de producir la enzima que ayuda a degradarla. Desde pequeños se puede ayudar a una correcta maduración de órganos para que esto no sea así, al consumir alimentos bajos en lactosa. Así que no hay razón para no consumirla.