¿En qué animal te transformas cuando tienes hambre?

¡El rey de la cocina! Cuando tienes hambre eres alguien muy peligroso y si no, pronto viene tu león o leona con un plato bien grande de comida, podrías arrancarle un brazo a cualquiera que se te cruce por delante.

¡Dios mío! Tu hambre sí que es de temer. Eres una persona de contextura y estómago gruesos, por lo tanto necesitas de mucha comida para saciar tu hambre inmensa. Comes y te enojas como hipopótamo. ¡Malo, hipo, malo!

¡Ppprrraaaauuummm! Eres una persona tierna y dócil... pero que saca sus garras cuando tiene hambre y es capaz de todo para obtener aunque sea un poco de atún. Por favor, deja de destruir el sofá. El sofá no es rico.

Rudo y bravo como un oso. Tu personalidad con hambre da miedo, mucho miedo, ¿es que no te puedes aguantar un poco sin ser tan antipático? Si sigues así te quedarás solo, triste y con tu alma llena de hambre.

Si en la normalidad eres alguien inquieto y nervioso... ¡imagínate con hambre! Cuando estás así no hay quién te soporte y es mejor que consigas pronto algo para comer, excepto que quieras que todo el mundo te odie para siempre, como a mí.