Por Romina Bevilacqua
23 enero, 2015

Estas nuevas pastillas y parches pueden monitorear tu salud tan fácil como usar una aplicación de tu smartphone. Pero ¿podría esto poner en riesgo la información personal de salud? Suena como ciencia ficción: ingieres el medicamento y un diminuto sensor incrustado dentro de él envía información vital acerca de tu cuerpo directamente a tu smartphone. Proteus Digital Health se encuentra entre las varias empresas a punto de hacer esto una realidad, incluso más pronto de lo que piensas.

La mitad de los medicamentos serán digitalizados para el 2020, ese es nuestro objetivo“, dice Arna Ionescu, Vicepresidente de la Experiencia de Usuario y Diseño en Proteus, con sede en Redwood City, California. “En la actualidad, si nos fijamos en las tendencias de las enfermedades crónicas, la gente está muy poco comprometida con su salud y eso no está funcionando muy bien. Estamos tratando de hacer que el proceso de tomar medicamentos sea mucho más completo”.

Según los estudios citados en un informe del 2011 realizado por la Red de Excelencia en Innovación de la Salud (NEHI), hasta el 50% de los cerca de 200 millones de estadounidenses que toman medicamentos recetados no toman sus medicamentos según las indicaciones. Además se gasta un estimado de $290 mil millones porque la gente no sigue correctamente los regímenes de medicación. Y lo más probable es que esta situación se repita en otros países alrededor del mundo. El sensor de Proteus pretende cambiar eso.

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La forma en la que este sensor funciona es sencilla: las pastillas vendidas con receta médica contendrán minúsculos sensores hechos de silicona y dos metales (magnesio y cobre) en cantidades similares a las que podemos encontrar en muchos alimentos. Después de que un paciente trague la píldora y ésta se disuelva, el sensor –que trabaja sin batería– se activará cuando sus metales entren en contacto con los ácidos del estómago. En cuestión de minutos, el sensor generará señales que sólo pueden ser captadas por un parche parecido a una venda desechable en el torso del paciente. El sensor finalmente saldrá del cuerpo en forma de desechos.

El parche registra a qué hora se tomó el medicamento, el ritmo cardíaco del paciente y los patrones de actividad y descanso. Luego envía estos datos de forma inalámbrica a través de Bluetooth a una aplicación en el smartphone. El paciente es quien decide si desea compartir la información con sus familiares o médicos.

El sistema de Proteus, que ya se encuentra disponible en el mercado a pequeña escala, está siendo utilizado por los miembros de la familia que desean monitorear la enfermedad crónica de sus seres queridos y por los médicos que buscan dar una mejor atención que se acomode a las necesidades del paciente, dice Ionescu. “Por ejemplo, si un paciente toma su medicina usualmente en la noche, el médico puede cambiar el medicamento por uno que sólo se deba ingerir en la noche“, dice ella.

Como parte de una alianza con Oracle, el sensor también se está utilizando para mejorar los ensayos clínicos con medicamentos mediante el control de los participantes, para ver si se están tomando los medicamentos correctamente. Actualmente, el sensor de Proteus es ingerido por separado de los medicamentos, pero Ionescu dice que la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) muy pronto les dará permiso para incorporar la tecnología directamente en las píldoras de prescripción. Proteus además está trabajando con compañías farmacéuticas como Otsuka Pharmaceutical y Novartis, y hay estudios en curso que involucran medicamentos para la hipertensión y enfermedades del corazón.

Otras innovaciones similares

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Proteus no es la única compañía que está probando este tipo de tecnología: Covidien GI Soluciones está fabricando la PillCam, la cual ayudaría a diagnosticar problemas en el intestino delgado y el colon. Por otro lado, CorTemp de HQ Inc. es un sistema que monitorea la temperatura y que ayuda a prevenir golpes de calor en atletas y astronautas; y MicroCHIPS está trabajando en un microchip implantable que puede liberar dentro del cuerpo un medicamento para la osteoporosis que normalmente requiere de inyecciones regulares. MC10 ha diseñado también un parche portátil ultra-delgado para ayudar a diagnosticar ciertas enfermedades, el cual combina un sensor con un dispositivo que registra información.

Su BioSTAMP (en la imagen principal de este artículo) es una etiqueta similar a una calcomanía que funciona con unas baterías pequeñas, además tiene una memoria y un microprocesador para medir las funciones fisiológicas y transmitir estos datos de forma inalámbrica a través de Bluetooth a una aplicación en el smatrphone, de manera similar al sensor de Proteus.

MC10 espera utilizar esta tecnología para ayudar a diagnosticar enfermedades como la epilepsia y el Parkinson, dice Elyse Winer, directora de marketing y comunicación de MC10, con sede en Cambridge, Massachusetts. “Hoy en día, los médicos suelen pedir a los pacientes que realicen un seguimiento manual de sus temblores en un diario. Pero este parche podría medir la duración, frecuencia y magnitud [de un temblor] y transferir esa información a un médico”. Según la empresa, BioSTAMP debería estar disponible para los consumidores a finales de este año, y se prevé que las aplicaciones médicas sean aprobadas en los próximos años.

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MC10 vislumbra una oportunidad aún mayor centrada en las solicitudes de personas sanas interesadas en mantener un monitoreo de sus signos vitales. “Queremos asegurarnos de obtener una retroalimentación fisiológica personalizada, que sea tan rutinaria como cepillarse los dientes o tomar una ducha“, dice Winer. Por supuesto, el acceso fácil a este tipo de información conlleva riesgos inevitables. Jeremy Gillula, tecnólogo personal de la Fundación Electronic Frontier, un grupo que resguarda la privacidad digital, dice que las compañías de seguros de salud podrían tratar de obtener acceso a los datos de salud personal y podrían ofrecen tarifas más bajas a cambio de la liberación de la información obtenida a través de un monitor de salud privado. Además, está el peligro de los hackers, quienes podrían robar la información, aunque tanto Proteus como MC10 aseguran que se rigen por los más estrictos protocolos de seguridad.

A pesar de sus palabras de advertencia, Gillula señala: “Me sorprendería si no vemos más usos de esta tecnología en el futuro… si los peligros se pueden evitar, permitiría a las personas supervisar sus condiciones de salud con más frecuencia y eso podría ser algo realmente útil”.

Visto en: Smart Planet

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