Por Romina Bevilacqua
13 octubre, 2014

Después del triste accidente de 2010 donde la experimentada entrenadora de orcas, Dawn Brancheau, falleciera durante un acto en el parque acuático SeaWorld –luego de que la orca que entrenaba la atacara–, se impuso que los entrenadores no deberían estar en el agua con las ballenas.

Desde entonces, la compañía de entretenimiento se ha propuesto derogar la orden federal impuesta por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA en inglés) en febrero de 2010, que impide que los entrenadores entren al agua junto a las ballenas durante el show. Pero recientemente, SeaWorld dijo que ya no presentaría su caso a la Corte Suprema de EE.UU, esto después de que su apelación sobre la orden del OSHA fuera denegada en una corte federal.

Hemos decidido que no continuaremos con nuestra apelación“, señaló SeaWorld y añadió que luego del accidente revisaron sus protocolos de seguridad e hicieron mejoras en las instalaciones y mejoraron los protocolos de entrenamiento utilizados en los shows.

“Este incidente es y continuará siendo un tema con una atención significativa por parte de los medios de comunicación, incluyendo la extensa cobertura televisiva, su tratamiento en los periódicos, documentales y libros, así como será un tema de discusión social”, añadió la compañía. “Este incidente y otros similares que podrían ocurrir en el futuro podrían dañar nuestra reputación, reducir la asistencia del público e impactar negativamente a nuestro negocio, nuestra situación financiera y resultados de operaciones“, finalizó.

En noviembre de 2013, los abogados de SeaWorld alegaron ante una corte de apelaciones que la orden de OSHA de 2010, debería derogarse porque la interacción cercana entre las orcas y los entrenadores era parte integral del modelo de negocios de la compañía. En abril de 2014 la corte apoyó el mandato de seguridad, que prohibía a los entrenadores entrar al agua con las ballenas y mantener distancia o barreras físicas entre ellos. La única opción que a SeaWorld le quedó entonces fue la de recurrir a la Corte Suprema.

Después del accidente donde la ballena asesinó a la entrenadora Brancheau –la orca ya era culpable de otras dos muertes– , SeaWorld suspendió inmediatamente su “trabajo en el agua” pero señaló que apelaría para volver a la práctica apenas fuera posible.

SeaWorld y las consecuencias de “Blackfish”

Blackfish-1

El caso de la entrenadora Dawn Brancheau, junto a otros accidentes en los que las orcas atacaron a otros entrenadores y personas externas también fueron abordados en el documental “Blackfish” que retrataba cómo era la vida en cautiverio de estos gigantescos animales. En él se demostraba la violenta forma en la que se atrapaba a las crías de las orcas, cómo les afectaba la vida en cautiverio, el estrés que les causaba y daba algunas razones que podría explicar su comportamiento agresivo hacia las personas. 

Este documental, no pasó desapercibido. Enfureció a muchos al exponer la realidad de los parques marinos como SeaWorld y los animales que tienen en cautiverio. Tras su estreno, un gran número de personas, muchos que en algún momento amaron SeaWorld y parque similares, se mostraban en desacuerdo con el cautiverio en los parques marinos, dándose cuenta de que este no es lugar para ningún animal salvaje.

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