Por Romina Bevilacqua
28 noviembre, 2014

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John Muir estaba ocupado en algo cuando dijo: “En toda caminata por la naturaleza, uno recibe mucho más que lo que busca”. Los excursionistas batallan contra mordeduras de insectos, ampollas, y heridas con tal de superar un desafío y disfrutar un tiempo de calidad en la naturaleza. Pero junto con las cumbres cubiertas de nieve y vistas del océano, vienen abundantes beneficios físicos y mentales. Aquí te mostramos algunas de las enseñanzas que los excursionistas nos dejan para aprender a vivir de forma más saludable y feliz:

1. Los excursionistas son creativos

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Olvídense de la cafeína. Los que buscan un impulso a su fuerza mental no necesitan buscar más allá que el sendero más próximo. Investigaciones muestran que pasar tiempo al aire libre aumenta los lapsos de atención y mejora las habilidades creativas de resolución de problemas en, a lo menos, un 50%. Los autores de la investigación también destacan que los resultados pueden tener mucho que ver  con ‘desenchufarse’ de la tecnología, como se hace al estar al aire libre. “Esta es una forma de demostrar que interactuar con la naturaleza tiene beneficios reales y medibles para la resolución creativa de problemas”, dice David Strayer, coautor del estudio, a Wilderness Society.

Pero no es sólo la falta de tecnología y el exceso de árboles, sol y aire fresco lo que contribuye al impulso creativo de los pioneros, investigadores de la escuela de Stanford descubrieron que caminar hace que los jugos creativos fluyan mucho más que cuando estamos sentados.


2.  Los excursionistas están en forma

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Al salir de excursión y recorrer senderos ejercitas tu cuerpo tanto como tu cerebro. Con sólo una hora de senderismo puedes quemar más de 500 calorías, dependiendo del nivel de inclinación y del peso de la carga que llevas. El montañismo es una gran manera de entrenar seriamente sin poner demasiada presión en tus articulaciones. “Los senderos son generalmente menos dañinos con las articulaciones que el concreto o el asfalto”, dice Caroline Stedman, guardaparques en Wisconsin’s Apostle Islands National Lakeshore, al Huffington Post. “Entonces me encuentro menos rígida después del excursionismo, que después de trotar por la vereda”.

Si te diriges a los cerros, la pérdida de peso es aún mejor. No sólo estás quemando muchas calorías sino que la altura en sí misma ha demostrado ser una aliada para la baja de peso. Además, hacer senderismo en forma regular disminuye la presión sanguínea y el colesterol. El ejercicio cardiovascular en la forma de excursionismo puede bajar la presión arterial de 4 a 10 puntos y reducir el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes, e infarto en los casos  más riesgosos. Y no te descorazones si no te falta el aire al volver. Las subidas y las bajadas tienen beneficios cuando se trata de bajar el colesterol, pero el montañismo de bajada es doblemente efectivo removiendo los azúcares en la sangre y mejorando la tolerancia a la glucosa.


3. El excursionismo sana

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Algunas investigaciones sugieren que el beneficio físico del excursionismo se extiende más allá de la salud cardiovascular y puede ir tan allá como ayudar en la recuperación de pacientes de cáncer. En un estudio publicado en la International Journal of Sports Medicine los investigadores midieron los índices de stress oxidante (el que  se cree que juega un rol en el inicio, avance y recurrencia del cáncer) en mujeres con cáncer de mamas y en hombres con cáncer de próstata, antes y después de hacer excursiones. El estudio encontró que largas excursiones pueden mejorar la capacidad antioxidante, la que ayuda a combatir la enfermedad, en la sangre de pacientes oncológicos. Otro estudio mostró que los sobrevivientes de cáncer de mamas que ejercitaban regularmente –muchos en la forma de excursionismo– creían que su actividad física complementó su recuperación del tratamiento del cáncer.


4. Los excursionistas son más felices

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Investigaciones nos muestran que recurrir al excursionismo como terapia adicional puede ayudar a las personas con depresión severa a sentirse menos desesperanzados, depresivos y con menos ideas suicidas. Incluso puede llegar a inspirarlos a llevar  un estilo de vida más activo.

Para los que no sufren de depresión, el excursionismo también ofrece beneficios mentales. “Estar en contacto con la naturaleza, lejos de los asuntos de nuestra vida diaria y de la tecnología, puede permitir a las personas conectarse consigo mismas y con la naturaleza de tal forma que les aporte paz y una sensación de bienestar”, dice Leigh Jackson-Magennis, REI Outdoor Programs and Outreasch New England Market Manager.

Visto en: Huffington Post 

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