Por Romina Bevilacqua
15 septiembre, 2014

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Para aquellos apasionados ecologistas que buscan a diario diversas alternativas para reducir la huella ecológica en sus vidas, el día de su boda podría incluir varios obstáculos y más de una forma para lidiar con el tema del vestido de novia. ¿Lo mandas a hacer con materiales reciclados? ¿Se lo encargas a tu diseñadora ecológica favorita? ¿Lo haces de plástico de burbujas? …bueno quizás de este último no.

En fin, las posibilidades son infinitas, pero Stephanie Watson, una diseñadora australiana, se las ingenió para realizar un adorable vestido que además de ser uno de los más baratos y más creativos que ve visto, utiliza un material bastante inusual.

Se trata de un vestido hecho con 10.000 clips de bolsas de pan reciclados en el que gastó nada menos que 36 dólares australianos (USD$ 32,60).

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De acuerdo a Geelong Advertiser, Watson comenzó a coleccionar sus clips de bolsas de pan hace una década cuando ella y su amor de colegio y actual esposo, Will Wapling, todavía eran adolescentes. Ellos solían bromear sobre cómo se casarían cuando ella hubiera reunido suficientes clips.

Watson cuenta su historia:

“Comenzamos a vivir juntos en Geelong y ahí había una pila de clips de bolsas de pan en el alféizar de una ventana a la cual le seguimos sumando clips. Al principio era solo una broma, pero después las personas se enteraron de nuestra idea y empezaron a coleccionar para nosotros. Como tenía cada vez más, los tenía que guardar en jarros más y más grandes. Luego, 10 años después, pensé que de seguro ya teníamos suficientes para el vestido de novia”.

A pesar de sus esfuerzos Watson todavía no tenía todos los clips necesarios, así que el primo de Will, un panadero, salvó el día al donar un rollo entero.

Con todos esos clips extra, Watson comenzó con la dura tarea de crear el vestido de sus sueños (al cual ella apoda “Nadine” en su blog). Le llevó más de 300 horas hacerlo, para asegurar de que los clips se superpusieran unos sobre otros para ocultar las costuras reforzadas. El resultado es un vestido de 7,5kg único en su clase, que marcó un día muy especial el año pasado para Watson y su esposo:

“Simplemente no quería tener un vestido de novia común. Hay muchas ocasiones en las que puedes usar un vestido hermoso y femenino en tu vida. Pero para un día realmente especial, yo pensé: ¿por qué no usar algo completamente extravagante?”

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