Por Teresa Donoso
11 octubre, 2014

¿Qué crees que es más importante para tus hijos? ¿Darles lecciones y enseñarles modales todo el día, o sacarles una sonrisa y un abrazo cuando los saludas después del colegio? Si piensas que es la última, entonces estás en lo correcto.

Dieciséis años de ser docente y de hacer la misma tarea cada Día de las Madres me ha llevado exactamente a la misma conclusión. Cada año durante este día, le pido a mis estudiantes que me den consejos sobre ser madre. Tenían que pensar en las cosas que hacían con ellos, su madre o la persona que los cuidara, con las cuáles se sentían felices o amados.

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La sala de clases se quedaba en silencio mientras los estudiantes escribían intensamente durante mucho tiempo a comparación con cualquier otra tarea. De a poco, las sonrisas aparecerían en sus caras cuando reflexionaban sobre los recuerdos y experiencias positivas. Después de leer sus respuestas me gusta añadir a mi lista todas las ideas que mencionan. Sorprendentemente, muchas de las respuestas eran las mismas. Año tras año, en todos los países que di clases, los estudiantes decían las mismas cosas y tenían el mismo mensaje: las cosas pequeñas que sus madres hacían eran las más significativas y las que más recordaban.

Aquí está la lista de los diez mejores recuerdos que tienen los niños con sus padres, extraída de la mayoría de los estudiantes de alrededor del mundo:

1. Que vengan a mi habitación por la noche, me arropen y me canten una canción. También que me cuenten historias de cuando era más pequeño.

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2. Que me den besos y abrazos, se sienten y hablen conmigo en privado.

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3. Que pasen tiempo sólo conmigo, no con mis hermanos y hermanas también.

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4. Que me den alimentos nutritivos para que pueda crecer sano.

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5. Que hablemos durante la comida, de lo que podríamos hacer juntos el fin de semana.

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6. Que por la noche hablen conmigo sobre cualquier cosa; amor, escuela, familia, etc.

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7. Que me dejen jugar mucho afuera.

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8. Meternos bajo una cobija y ver juntos nuestro programa de televisión favorito.

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9. Que me exijan disciplina, me hace sentir importante para él/ella.

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10. Que me dejen mensajes especiales en mi escritorio o dentro de mi lonchera.

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Los niños son muy sabios y tienden a ver el mundo de manera más simple de lo que lo hacemos nosotros. Tal vez es hora de empezar a tomar sus consejos. Quizás así, todos nos sintamos un poco menos estresados ​​y estaremos satisfechos porque sabemos que hacer cosas pequeñas con nuestros hijos, realmente es lo mejor que podemos hacer.

Muchas madres de hoy en día se sienten como si no fueran buenas madres, a menos de que anden como locas luchando contra el tiempo, transportando a sus hijos de clase en clase, a las prácticas y de regreso a clases de nuevo. He trabajado con mamás que me dicen que quieren darle a sus hijos todas las oportunidades que ellas no tuvieron. Aunque esta forma de pensar puede darle a las mamás un poco de consuelo, en realidad no hace lo mismo con sus hijos que realmente están sintiéndose explotados, estresados y cansados.

Después de hablar sin parar sobre este tema con mis alumnos, se hizo cada vez más evidente que los niños de hoy están involucrados en muchas actividades y a su vez están cada vez menos en contacto con sus familias. Además, mis alumnos me dijeron que realmente querían más tiempo para “solamente jugar”. Por supuesto, muchos de ellos disfrutan de sus actividades extracurriculares, pero dijeron que no es necesario que les permitieran hacer todo. Lo que más les gustaba, y que llenaba sus corazones de alegría, era cuando sus madres hacían las cosas más simples, por y con ellos.

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