Por Ignacio Rojas
2 enero, 2015

Cada primavera, una instalación interactiva en una zona de alto tráfico en Montreal establece un ritual colectivo. La instalación ofrece una nueva mirada a la idea de la cooperación y la noción de que podemos lograr más juntos que separados. El resultado es un instrumento gigante de 21 columpios musicales; cada oscilación en movimiento desencadena diferentes notas, todos los cambios juntos componen una pieza, pero algunos sonidos sólo surgen de la cooperación.

httpv://youtu.be/gfpzOxbHOOk

El proyecto estimula la interacción en el espacio público, que reúne a personas de todas las edades y orígenes, y la creación de un lugar para jugar y pasar el rato en el medio del centro de la ciudad.

Original puedes ver más información en el sitio web (En inglés)

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