Por Ignacio Mardones
28 julio, 2015

¡Hay que vivir cada día al máximo!

Sadie Seller tiene 79 años, pero eso no le impidió ausentarse de la residencia de ancianos en donde vive para ir a hacerse un tatuaje. Esto ocurrió el 22 de julio y Sadie tuvo que ir con andador hasta el lugar, ya que le cuesta trabajo caminar por su cuenta. La idea le vino luego de hablar con su nieta Samantha sobre los tatuajes. Fue entonces que se dio cuenta de que no podía seguir esperando y decidió probar algo de esa esencia juvenil:

httpv://youtu.be/xqrHjfo0AH0

Sadie no le contó a nadie lo que tenía pensado. Sabía que tratarían de impedírselo. Sin embargo, su nieta Samantha la ayudó a salir del hogar sin que nadie la viera. Decidieron que ambas se tatuarían un corazón, ése sería el símbolo que las uniría por siempre. Su hijo Tony fue a visitar a Sadie y al no encontrarla se preocupó mucho. Pasaban las horas y no tenía idea dónde había ido, tampoco el personal a carga tenía conocimiento del paradero de la anciana.

Finalmente un cuidador le anunció que había visto a Sadie con una niña, la cual Tony asumió que era Samantha. Él hizo una llamada y ahí supo que ambas estaban en el centro comercial en una tienda de tatuajes…

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Llegó y lo que encontró fue a su madre sentada en la silla mientras un hombre le tatuaba un corazón. Tony se enterneció tanto que grabó el momento, que será recordado por siempre por la familia.

¿Harías lo mismo que Sadie?