Por Bárbara Samaniego
6 febrero, 2015

Solemos bailar y tararear estas canciones sin problema. Pero, ¿te has puesto a pensar en lo sexistas y ridículas que son?

Este experimento, producido por el equipo Upsocl, demuestra qué tan sexistas son las canciones de reggaeton. Este género musical ha cobrado popularidad con el paso de los años, y a nadie parece importarle realmente el contenido de sus letras: violento y abiertamente sexual. Oraciones como las que aparecen en el video nos hacen pensar qué tipo de estereotipo hemos estado instalando (y avalando) durante años, denigrando la figura femenina y alzando al hombre como un macho alfa confiado y seductor. Los estereotipos sociales han estado presentes en nuestra sociedad desde tiempos inmemoriales; lo realmente preocupante es que hoy, año 2015, sigan repitiéndose patrones propios de la época medieval.

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Para nadie es novedad. Mucho se ha discutido sobre la dudosa calidad de estas canciones. Y es que el ritmo contagioso supera el contenido y sus implicancias sociales. Ya el año pasado, estudiantes de la Universidad Panamericana de Colombia idearon un proyecto basado en el discurso reggaetonero de figuras como Daddy Yankee o Arcángel, con el propósito de mostrar la forma en que estas canciones denigraban a la mujer. Imágenes crudas y de alto impacto sirvieron de metáfora para explicar su punto de vista.

El mensaje era claro: las letras de reggaeton describen a la mujer como objeto sexual, y no contribuyen a la lucha por la igualdad de género y el respeto a la figura femenina. Para muchos, este proyecto exagera y caricaturiza el contenido de estas canciones, pero lo cierto es que no puede dejarnos indiferente un producto de alto alcance, que llega a los oídos de los jóvenes sin ningún tipo de mediación. Puedes revisar el resto de las fotografías aquí.

¿Crees que el contenido de la música no importa? ¿Crees que basta con un ritmo pegajoso que nos ponga a bailar? Personalmente, creo que ciertas letras efectivamente denigran a la mujer y prueba de ello es la incómoda reacción de las personas que participan en el video. Nos gusta pensar que vivimos en un mundo civilizado y desarrollado, pero seguimos tratando a la mujer en función de su cuerpo y atractivo sexual. Construcciones culturales como la música son reflejo de nuestro estado como sociedad, y creo que esto demuestra que a veces no somos tan modernos como pretendemos.

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