Hay solución para este problema que puede ser muy común.

Es común que las personas después de experimentar un evento traumático como un accidente automovilístico, un desastre natural, estar en una guerra o padecer un abuso tengan efectos adversos en su personalidad. Pueden padecer ansiedad, angustia e irritabilidad y si estos síntomas duran más de tres meses después del trauma y parece que esto no mejore puede ser un signo de un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Una enfermedad que mucha gente padece pero que pocos reconocen tener. Por ejemplo, 8 millones de personas en EE.UU se le diagnostica este problema, y son solo una pequeña porción de las personas que sufrieron traumas:

httpv://youtu.be/L2PnU-WibTs

Si estás sufriendo o conoces a alguien que sufre de pesadillas, culpa extrema o ataques de ira luego de sufrir un evento traumático quizás sea tiempo de buscar ayuda con un psicólogo.