Cascadas que terminan en una tranquila agua de color verde, rodeadas de vegetación y rocas calizas que dan lugar a una caverna subterránea con grandes estalactitas en el techo, forman el increíble oasis ubicado a 37 kilómetros al oeste de Austin en Texas, Estados Unidos.
La naturaleza que se ve en el kilómetro cuadrado de la piscina natural de Hamilton, es realmente increíble. El paradisíaco lugar se creó gracias a un río subterráneo que fue erosionando durante miles de años el área y hoy recibe a cientos de personas que vienen a disfrutar de su belleza natural. Si bien no hay más servicios que mesas de picnic e inodoros, todos están de acuerdo que el lugar vale los US$10 de entrada.
El condado adquirió el lugar en 1985 y desde entonces ha restaurado la zona afectada por los visitantes y el ganado. Aquí el agua no es tratada químicamente y se controla regularmente, por lo tanto, a veces se prohibe el nado o el acceso por riesgo de inundaciones y otras consecuencias. La piscina forma parte de la Reserva Balcones Cayolands y es un área protegida.
¡Un lugar realmente maravilloso!