Las Islas Galápagos ganaron su descripción de “encantadas” siglos atrás cuando los barcos que intentaban llegar a ella no la podían ver debido a la niebla, por lo que muchas veces los navegantes afirmaban que no existían y que se trataban de un espejismo.
Se tiene registro de que el lugar fue utilizado como refugio de piratas entre 1500 a 1700. Luego, llegó el capitán inglés James Colnett quien vino a investigar sobre la pesca de ballenas y la explotación de pieles animales. En 1807 habrían llegado los primeros colonos a la Isla Floreana.
Entre los muchos secretos extravagantes de Floreana, se cuenta la historia de prisioneros, rebeliones, prostitución, asesinatos y desapariciones. Sin embargo, la historia más reconocida del archipiélago es la visita de cinco semanas de Charles Darwin, quién realizó aquí las investigaciones que lo llevaron a escribir su libro “El viaje de Beagle” (1845) y a formular la teoría de selección natural de las especies.
Gracias a la gran biodiversidad de flora y fauna, en este magnífico lugar podrás ver tortugas enormes, lobos marinos, pingüinos, flamencos, iguanas prehistóricas y pinzones, entre otras especies únicas del planeta que sólo se pueden encontrar gracias a su posición estratégica dividida por la línea ecuatorial.
El Parque Nacional es una de las principales atracciones turísticas de Ecuador, conformado por 13 islas. Es el segundo archipiélago con mayor actividad volcánica del planeta (el primero es Hawaii), por lo que aquí podrás encontrar túneles de lava, arena blanca, aguas cristalinas y una increíble historia en cada esquina.
Explora Galápagos a pie, en lancha, buceando o practicando snorquel ¡Hay tantas maneras de hacerlo! Lo único importante es reservar tu visita con tiempo, ya que sólo se permite una cantidad limitada de visitas para seguir protegiendo este lugar tan especial que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.