Cuando cenas en el cielo no hay “restaurante”, pero sí hay una plataforma con mesa, chef y arnés para todos.
¿Te imaginas comer suspendido en el aire junto a otros comensales con mesa y chef incluidos? Suena rarísimo, pero la verdad es que una empresa belga hizo de este extraño concepto una lucrativa realidad que hoy se encuentra en más de 40 países alrededor del mundo, incluyendo Estados Unidos, Canadá y México.
Los hambrientos clientes son asegurados a la silla con un arnés y son levantados por cables a 50 metros del suelo junto a la mesa, personal y todo lo necesario para disfrutar de una velada, por una grúa capaz de sostener 150 mil toneladas. Por lo tanto, la plataforma es lo suficientemente resistente como para sostener a 22 personas.
Esta es una evento par aquellos que quieren transformar una simple cena en un momento mágico. No obstante, para que todo resulte bien, es muy importante cumplir con las medidas de seguridad básicas como no fumar, tirar objetos o soltar los cinturones.
El valor es de 160 euros, pero te aseguro que después de esta experiencia no sólo aumentará tu gusto por la buena mesa, sino que probablemente te hagas un adicto de la adrenalina.