La pequeña iglesia de San Andrés no deja indiferente a nadie. La original arquitectura de este pequeño edificio ubicado en el río Vuoska en Rusia, se sitúa como una pequeña isla rodeada por la naturaleza en constante metamorfosis. A veces, el río se convierte en un fantástico lago de hielo, por lo que permanece completamente inaccesible, como si ya no fuera suficiente estar oculto por niebla.
Descubre a través de las siguientes imágenes su espectacular encanto: