Si bien es muy bonito, oculta un oscuro secreto en su interior.
La noche del 22 de enero, las costas de Hong Kong brillaban azules con cada ola bioluminiscente que llegaba a la costa. Sin embargo, esta mágica presentación causada por un dinoflagelado microscópico llamado Noctiluca Scintillans, fue provocado por algo muy poco inspirador: la contaminación ambiental.
La Noctícula brilla cuando se siente perturbada, por eso se ve más en la costa donde es golpeada por las olas. Este resplandor fue causado por fertilizantes y químicos agrícolas, que se trasladaron desde la tierra hasta el mar con ayuda de la lluvia.
La Nocticula que se alimenta de estos químicos no es tóxica en sí misma, pero otros organismos similares sí lo son. Además, el amoníaco que excreta como deshecho, puede ayudar a que las toxinas liberadas por otros microorganismos sean aún peores.
Sin embargo, los fotógrafos que estén dispuestos a pasar la noche capturando imágenes, tendrán aquí una oportunidad muy especial.
Visto en BoredPanda.