La Habana: Una ciudad atrapada en el tiempo colonial

La capital cubana tiene más de 900 construcciones de importancia histórica que se conectan a través de lindos caminos de adoquines. Los colores desteñidos en sus edificios de la era colonial forman una de las ciudades más llamativas del mundo.

Fue fundada el 16 de noviembre de 1519 por el español Diego Velázques de Cuéllar quien la nombró Villa de San Cristóbal de La Habana. También tuvo sobrenombres como Llave del Nuevo Mundo y Ciudad de las Columnas. Es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1987. 

Aquí no existe una plaza principal como en la mayoría de la antiguas ciudades, sino que hay cuatro: la Plaza de Armas (desfiles militares), la Plaza de la Catedral (centro religioso), la Plaza Vieja (gran mercado) y la Plaza de San Francisco de Asís (muelle de galeones españoles).

Pero esta fachada no lo es todo, ya que la urbe más grande del país es de gran relevancia. Es el centro económico y cultural de Cuba, donde se encuentran las sedes de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial del Estado; casi todas las empresas y asociaciones nacionales y la mayor cantidad de sucursales extranjeras.

Para visitar hay infinitas opciones: el paseo de la costa, las cuatro plazas principales, la calle mercaderes, la Iglesia y Convento de San Francisco de Asís y la Catedral de San Cristóbal, entre muchas otras atracciones.

No te puedes ir sin ir a bailar salsa, sin disfrutar de los bazares al aire libre y sin comer en la Bodeguita del Medio: un restaurante donde han pasado célebres actores, artistas y políticos.

¡No olvides beber un Mojito o un Cuba Libre!