Sí, en general las personas piensan que sólo majestuosas estructuras como el Taj Mahal, antiguas ruinas como Chichén Itzá o maravillas naturales como las Cataratas de Iguazú, son grandes puntos turísticos. Pero la realidad es que un enorme centro de negociantes, conocido como el “Gran Bazar”, también recibe una cantidad ridícula de turistas.
En Estambul, Turquía, existe un lugar que en 2013 atrajo a 91.2 millones de visitantes. Entre cerámicas pintadas a mano, lámparas, carpetas con hermosos diseños, pipas de agua, cojines con lentejuelas, figuras de cobre y joyas de oro con estilo bizantino, verás a miles de vendedores que abordan a la multitud para lograr vender algo. No son sólo extranjeros quienes vienen a comprar algún llamativo artículo, sino que los lugareños también vienen muy a menudo para encontrar algo especial.
Acá deberás trabajar la paciencia y usar todas tus técnicas de buen negociante. Si estás muy somnoliento como para apreciar todo lo que sucede, puedes disfrutar de una fuerte taza de café turco y despertar para seguir comprando.
No es un espectáculo tranquilo, pero sin duda es uno muy bueno que sigue atrayendo entre 200 y 500 mil personas cada día, quienes a veces sólo quieren sentir la “vibra” de este electrizante y deslumbrante lugar. Sin embargo, incluso si vienes con la intención de no llevarte nada, te aseguro que terminarás tentándote y comprando algo en uno de sus más de 3 mil puestos.
Tendrás que venir y mirar con tus propios ojos este mercado para entender por qué sus pasillos se mantienen vivos desde el siglo XV, sobreviviendo a terremotos e incendios, manteniendo la misma estructura del pasado y con casi el mismo número de tiendas.
¡Bienvenidos, amantes de las compras!