Por Daniela Bustos
2 abril, 2015

Para los que aún no se deciden.

A lo largo de tu vida has escuchado cosas geniales sobre personas que viajan. Ellos tienen algunas de las historias más entretenidas y extrañas para contar. Sin embargo, no te atreves o no sabes si realmente vale la pena dejar todo en tu hogar para ir a recorrer el mundo.

Tienes un trabajo, buenos amigos, la mejor familia y estás contento con tu rutina. Pero no puedes sacar la idea de viajar de tu mente.

Te quiero contar que no eres el único.

En la red social de preguntas y respuestas, Quora, un individuo anónimo consultó a los usuarios si debería dejar la comodidad y felicidad de su vida para lanzarse a la aventura. Si bien recibió muchas respuestas, quiero compartir una que a mi parecer resume perfectamente por qué sí deberías hacerlo:

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“Tenía 22 años, un gran empleo con buena proyección y estaba disfrutando de la vida. Durante los últimos años estuve ahorrando y no sabía si poner mi dinero en un apartamento o gastarlo viajando. Me junté a cenar con un amigo y su único consejo fue: ‘Puedes irte de viaje o quedarte en tu apartamento nuevo deseando irte de viaje’. Mi mente se aclaró instantáneamente.

Hoy llevo 6 meses recorriendo. Hasta ahora he estado en India, Malasia, Borneo, Indonesia, Vietnam, Camboya y Tailandia, donde me encuentro actualmente. Ahora decidí tomar un descanso por 3 semanas, así que hice algo que siempre quise, pero nunca tuve tiempo: agarrar mi guitarra y tomar lecciones.

También terminé mi primera novela de Hemingway. Hice amigos para toda la vida en India. Probé la mejor comida de mi vida en el norte de Tailandia. Me enamoré y pasé 6 semanas seguidas con alguien que ni siquiera conocía antes de dejar mi hogar. Estuve días recostado en la arena. Aprendí a bucear y escalé la cumbre más alta del Sudeste Asiático. Incluso me deslicé en snowboard a más de 4 mil msnm en los Himalayas.

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Me senté en el techo de un Áshram cerca del Ganges en Rishikesh (India), fumando y escuchando los Beatles con un grupo de personas que conocí esa tarde. Aprendí sobre las historias de Camboya, Vietnam e India, a través de personas que las experimentaron o tuvieron parientes involucrados en algunas de las atrocidades. He vagado en una isla poco desarrollada del tamaño de Hong Kong, con una delgada línea de arena blanca de 7 km sin ver a una sola alma en todo el día. Fui llevado a una cascada por un par de niños camboyanos a quienes les di 2 mil riel (cerca de 50 centavos) y vi cómo se les iluminaron sus rostros tras recibir lo que para ellos era un gran regalo.

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Aprendí sobre mí mismo. Aprendí sobre el mundo. Aprendí sobre las personas. Aprendí que algo que nos une alrededor del mundo es que todos somos humanos. Incluso antes que ser cristianos o hindúes, teístas o ateos, ricos o pobres, de izquierda o derecha, negros o amarillos. Aprendí que las experiencias lo valen todo en comparación con las posesiones.

Y aún no conozco Australia o Sudamérica.

Pero sí, mochilear realmente vale la pena“.

Respuesta de Jack Calnan.

¿Ya te decidiste?

Imágenes de WeHeartIt.