@elizarr0se
Deja de escuchar el “debes trabajar inmediatamente o después nadie te contratará”.
Siempre pensé que me tomaría un viaje largo después del colegio, pero decidí posponerlo cuando quedé en la facultad que deseaba para estudiar la profesión que amaba. De esta forma pasaron los años universitarios, donde pude organizar pequeñas aventuras veraniegas con mis amigas, pero nunca algo tan grande como lo que realmente quería. Cuando al fin terminé mi carrera, algunos ya se encontraban trabajando, otros estaban postulando a empleos y unos entrarían a trabajar al mismo sitio donde hicieron su pasantía.
Yo podía sentir la presión por hacer algo de ese estilo. Es decir, las preguntas del tipo “¿Qué vas a hacer ahora?” y afirmaciones como “Debes trabajar inmediatamente o después nadie te contratará”, nunca faltaban en reuniones sociales. Sin embargo, yo sabía que había postergado mi sueño durante tiempo suficiente y este era el momento perfecto para meter mis pertenencias en una mochila y dedicarme a ver el mundo.
@sara_cherry95
La mayoría de mis amigos me entendió, porque en parte no creían que realmente lo fuera a hacer. Pero lo que más me importó fue que mi madre lo entendiera, ya que supo perfectamente que eso era lo que yo necesitaba. En ese sentido no tuve mayores problemas más que un par de palabras envidiosas de parte de personas que no me interesaban y que probablemente odiaron cada una de mis fotografías en lugares paradisíacos. El problema fue que muchos no comprendieron que un individuo con estudios profesionales se fuera a recoger uvas, lavar platos o limpiar hogares a cambio de alojamiento, comida y dinero para seguir viajando.
Sin embargo, la verdad es que eso es sólo una parte del viaje, ya que no sólo te ayuda a crecer como persona, sino que también te ayuda a ser más humilde y a ganar confianza en tus capacidades. Finalmente te ves obligada a sobrevivir por tu cuenta en un ambiente poco familiar con una cultura distinta y aprendes lecciones de vida que te servirán para todo tu futuro.
@izabelabrito
Toda nuestra vida nos dicen qué debemos hacer, qué es lo correcto, qué es malo y por qué cosas nos juzgarán. Sin embargo, esta era la oportunidad de escapar de todo eso, madurar y descubrir qué es lo mejor para mi. No todos estamos hechos para encajar “en el molde” y si necesito experiencias “inusuales” para ser feliz, entonces lo seguiré haciendo por el tiempo que sea necesario.
No se trata de escapar de la realidad, sino que de conocer un lado distinto de ella que muy pocos se atreven a explorar.