Una pareja recorre América en una casa rodante que funciona con aceite vegetal reciclado.
Caro y Vic son una pareja de diseñadores gráficos chilenos que comenzaron a cultivar su alma viajera con el clásico viaje a los países de Oceanía con la Visa de trabajos esporádicos, Working Holiday, y desde ahí nunca más se detuvieron. Después de realizar esa aventura, cada uno por su cuenta, se conocieron en San Pedro de Atacama, Chile, el año nuevo de 2010 y ahí comenzaron su historia juntos.
Tras vivir dos años en el norte del país, se mudaron a la fantástica Isla Grande de Chiloé para luego volver a tener una aventura con la Working Holiday desde junio de 2012 a julio de 2013, pero esta vez en British Columbia, Canadá.
El gran sueño que ellos tienen y comparten en su blog es: “volver a Chile desde Alaska, manejando por la Panamericana y viviendo en una casa rodante que usa aceite vegetal quemado como combustible“. Si bien suena algo bastante ambicioso, todos los viajeros sabemos que querer es poder y que la falta de dinero nunca será una excusa suficiente para no cumplir nuestros sueños. Ellos son la prueba de ello.
Decidieron vender las cosas que tenían, analizar las posibilidades y empezar este maravilloso viaje que tiene a más de 3.500 personas siguiendo sus entretenidas historias en Facebook. Ellos estimaron que serían aproximadamente 2 años de viaje, 45 mil km y 17 países. Hoy ya están en Sudamérica y están a punto de cumplir la meta.
Si bien sólo me he referido a ellos dos, me falta una protagonista de este viaje: “La Piscola”. El nombre viene de la famosa mezcla de Pisco y Coca Cola que se bebe en el país, pero en este caso corresponde a una camioneta Ford F250 diesel del año 1996 que convirtieron para andar con aceite vegetal reciclado como combustible. Para dejarla aún más increíble, le añadieron una SunLite pop-up camper de 1997 donde duermen y cocinan todos los días.
Si bien por culpa de los años a veces La Piscola no funciona a su 100%, ¡siempre sobrevive!
Siempre buscan opciones para continuar su aventura como recolectar aceite usado en los restaurantes y trabajar ejerciendo su profesión en la ruta
Ningún sueño es imposible y ello son la prueba de eso, ¡que nadie te diga lo contrario!