Por Daniela Bustos
17 febrero, 2015

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Fue coronado como el país más feliz del mundo el año 2013 por el World Happiness Report.

“Los países más altos en el ranking, por lo general, tienen el puntaje más alto en los seis factores claves que fueron identificados en el Informe Mundial de la Felicidad. Las cuales explican, en parte, las diferentes evaluaciones sobre el estilo de vida de cientos de países durante los últimos años”, escribió John Helliwell, profesor de economía de la Universidad de British Columbia, y uno de los autores que ha contribuido en el informe.

Los factores fueron divididos en partes iguales entre las preocupaciones sobre el gobierno y la escala humana. Los países más felices tienen en común un alto PIB per cápita, una esperanza de vida saludable al nacer y la falta de corrupción en sus líderes. Pero también fueron esenciales tres cosas sobre las que los ciudadanos tienen un poco más de control: Una sensación de apoyo social, la libertad de hacer elecciones de vida y una cultura basada en la generosidad.

¿Per por qué Dinamarca y no cualquiera de los otros países más ricos, democráticos y con poblaciones educadas? ¿Pueden las cualidades que hacen de este país nórdico el más feliz, aplicarse a otras culturas de todo el mundo? Aquí te dejamos algunas cosas que los daneses hacen bien y que nosotros deberíamos promover:

1. Dinamarca apoya a los padres

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Las familias reciben un total de 52 semanas de licencia. Las madres tienen la posibilidad de tomarse 18 semanas y los padres 2 semanas, con una paga de hasta un 100% de sus sueldos. Pero el apoyo no se detiene al terminar la licencia: Los niños tienen acceso a guarderías de bajo costo, ya que la educación temprana está asociada con la salud y el bienestar durante toda la vida, así como también las madres. Más aún, esto ayuda a las más jóvenes a poder regresar a sus trabajos si así lo quieren ¿El resultado? El 79% de las madres vuelven a su mismo empleo y aportan entre un 34% y un 38% de los ingresos en los hogares.


2. El sistema de salud es un derecho civil y una fuente de apoyo social

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Los ciudadanos están en contacto con su médico un promedio de casi 7 veces al año, según una encuesta de 2012 sobre la medicina familiar en el país. Eso significa que tienen un doctor dedicado a ayudarlos a navegar por los cuidados más complicados.

“El sistema está diseñado para apoyar el principio de que el tratamiento debe llevarse a cabo con un nivel de atención efectiva, junto con la idea de una continuidad en la atención prestada por un médico familiar”, escribieron los autores del estudio.

En general, el resto de la población mundial busca atención médica en un promedio menor a cuatro veces al año y esta cifra incluye visitas a la sala de emergencia. Esto significa que muchos no tienen continuidad en su atención, ya que no tienen un profesional médico que posea un historial clínica completa.


3. La igualdad de géneros es prioridad

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Regularmente se ubica dentro de los 10 primeros países en el informe anual del Foro Económico Mundial, el cual mide la igualdad de género. Si bien ningún país del mundo ha alcanzado completamente la paridad de género, Dinamarca y otros países nórdicos están muy cerca. Eso es en gran parte debido a la fuerte presencia de las mujeres en posiciones de liderazgo. De acuerdo al FEM:

“Los países nórdicos también fueron los primeros en proporcionar a las mujeres el derecho a voto (Suecia en 1919, Noruega en 1913, Islandia y Dinamarca en 1915, Finlandia en 1906). En Dinamarca, Suecia y Noruega, los partidos políticos introdujeron cuotas voluntarias de género en la década de 1970, lo que resultó en un alto número de representantes políticos femeninos en los últimos años.”

El liderazgo del gobierno simplemente ejemplifica un mayor equilibrio de género en toda la cultura. Como Katie JM Baker, lo pone en su exploración sobre la política de género en el país escandinavo: “A diferencia de Estados Unidos, donde las mujeres están sobrecargadas de trabajo, son mal pagadas y se insta a presionarlas aún más, el supuesto en Dinamarca es que el feminismo es un objetivo colectivo y no individual“.


4. Andar en bicicleta es la norma

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En Copenhague, la ciudad más poblada y grande del país, las bicicletas representan el 50% de los viajes de sus residentes a la escuela o al trabajo. Esto no sólo mejora los niveles de acondicionamiento físico y reduce las emisiones de carbono, sino que también contribuye a la riqueza de la ciudad. De acuerdo a Forbes:

“Los investigadores descubrieron que por cada kilómetro recorrido en bicicleta en vez de en automóvil, los individuos ahorraban dinero al no contribuir con la contaminación del aire, evitar los accidentes, la congestión, el ruido y el desgaste de la infraestructura. Los ciclistas en Copenhague recorren aproximadamente 1,2 de kilómetros por día, ahorrándole a la ciudad un poco más de US$ 34 millones cada año”.

Lo que es más, con sólo 30 minutos de ciclismo diario se suma un promedio de uno a dos años en su esperanza de vida.


5. La cultura pone un énfasis positivo a las duras condiciones ambientales

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¿Has oído hablar del concepto “hygge”? Si bien hay quienes lo definen como un sentido de comodidad cultivada, a menudo se considera la principal arma en la lucha contra la lúgubre oscuridad que cubre al país nórdico durante el invierno. En un lugar donde el sol brilla menos de 7 horas durante el apogeo del solsticio de invierno -un nivel de oscuridad que puede aumentar la depresión y los sentimientos tristes- el concepto hace referencia a un escenario acogedor, lleno de amor e indulgencia, lo que puede ayudar a mitigar algunos de los peores efectos psicológicos de la temporada.

Después de todo, las fuertes conexiones sociales y los muchos alimentos indulgentes asociados con “hygge” -como el chocolate, el café y el vino- son impulsores de un buen estado de ánimo.


6. Los daneses sienten una responsabilidad por los demás

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Los daneses no le dan prioridad a los beneficios sociales simplemente para poder recibirlos, sino que hay un verdadero sentido de responsabilidad colectiva y de pertenencia. Este deber cívico -combinado con la seguridad económica y el equilibrio entre la vida laboral y personal- tiene como resultado una alta tasa de voluntariados. De acuerdo con una encuesta realizada por el gobierno sobre la “responsabilidad” del país:

“Dinamarca es una sociedad donde los ciudadanos participan y contribuyen para lograr que la sociedad funcione. Más del 40% de todos los daneses hacen trabajo voluntario en alguna ONG, en asociaciones culturales y deportivas, organizaciones sociales, u organizaciones políticas, etc. El 2006 existían 101 mil organizaciones danesas, algo destacable si tomamos en consideración que la población es de un poco más de 5,5 millones.

El valor económico de este trabajo no remunerado es de 35,3 millones de coronas danesas. Combinado con el crecimiento del valor del sector sin fines de lucro, las subvenciones públicas y las cuotas de afiliación, el impacto económico total del sector representa el 9,6% del PIB de Dinamarca“.

Pero ese sentido de co-responsabilidad no es sólo extra-gubernamental: los daneses también se enorgullecen de su participación en el proceso democrático. Durante las últimas elecciones en septiembre del 2011, por ejemplo, votó el 87,7% del país. No es de extrañar, teniendo en cuenta estas estadísticas, que la Universidad de Zurich y el Centro de Investigación de Ciencias Sociales de Berlín le hayan otorgado al país la calificación más alta a su democracia entre 30 países con democracias establecidas.

Visto en HuffPost.