Una vez que llegues a este colorido paraíso panameño no te querrás ir. No por nada es famoso entre los viajeros que cancelan el resto de sus planes por quedarse un par de días más. Es un lugar ideal para estancarse, disfrutar y contagiarse de la relajada comunidad que allí reside.
Aquí no sólo encontrarás preciosa agua donde practicar snorkeling y buceo, sino que además verás espesos bosques húmedos y selvas llenas de flora y fauna. Podrás visitar hermosas islas, nadar entre corales y conocer comunidades indígenas. Sin embargo, el verdadero placer de Bocas está en no hacer nada y disfrutar de las vibras caribeñas.
Este lugar paradisíaco es un ejemplo de respeto, donde se encuentran diversas culturas: española, indígena, inmigrantes afro-antillanos de las Indias Occidentales, en su mayoría inglés y franco parlantes, alemanes y norteamericanos.
Lamentablemente, esta zona ha sufrido bastantes inconvenientes. En 1991, un violento terremoto sacudió la región. En 2005, hubo grandes inundaciones. En 2001, la empresa Petroterminal derramó petróleo en sus costas. En 2008, grandes inundaciones dejaron muchos damnificados.
A pesar de todo, este paraíso sigue de pie y está más vivo que nunca para los turistas.