Comprobado: los viajeros frecuentes son más creativos y tienen la mente abierta

weheartit

¡No sólo se trata de salir de la ciudad!

Yo creo que las vacaciones deberían ser más largas y todos tendrían que viajar una vez al año, ya sea a una ciudad diferente o al otro lado del mundo. Lo que importa es moverse a algún lado y descubrir cosas nuevas, abrir tu mente a ideas que no habías considerado y conocer costumbres distintas a las tuyas.

Esto es fundamental para las personas, ya que las vuelven más inteligentes y exitosas. Distintos estudios indican que los individuos que experimentan otras culturas se adaptan más fácilmente a los ambientes laborales y sobrepasan a su competencia.

1. Los viajeros sienten un mayor nivel de satisfacción con la vida

weheartit

La Asociación de Viajes de Estados Unidos realizó un estudio en el que se descubrió que durante un viaje las personas están más satisfechas con la vida, y esos efectos continúan cuando vuelven a casa.

Pero no sólo las vacaciones largas traen beneficios, ya que los resultados arrojaron que un viaje corto también mejora tu calidad de vida: disminuye la presión sanguínea, ritmo cardíaco y la epinefrina (hormona del estrés).

Como si todo esto fuera poco, la mitad de los individuos afirmó sentirse más relajado al regresar a sus hogares.


2. Los viajeros son más inteligentes y creativos

weheartit

Según una investigación dada a conocer en The Atlantic, los viajeros que visitan tres o más países tienen niveles de creatividad más altos que quieren no viajan tan seguido.

Cuando recorremos el mundo, abrimos nuestras mentes a perspectivas únicas que sólo podemos descubrir al explorar. Pero cuando nos encontramos dentro de nuestra rutina, difícilmente saldremos de nuestra zona de comodidad que -en general- no presenta oportunidades de creatividad o desafíos que enfrentar.


3. Los viajeros miran al mundo de forma diferente

weheartit

Ya no sientes la necesidad de pertenecer a un sitio o llegar rápidamente a un destino, sino que miras todo a tu alrededor y absorbes cada momento como una esponja. Este asombro por la vida viene de la necesidad de conocer culturas y lugares distintos.

Si no puedes escaparte durante el fin de semana, días festivos o vacaciones, te las ingeniarás para descubrir cosas nuevas en tu camino diario, porque esta forma de ver el mundo es algo que no se quita fácilmente.