Por Daniela Bustos
11 junio, 2015

¿Analizas todo profundamente? Esta nota es para ti.

Como lo he repetido en distintos artículos anteriores, viajar es mucho más que conocer lugares turísticos. De hecho, la mayoría de quienes se van durante un largo período de tiempo vuelven cambiados. Pero esto no es sólo porque se ven obligados a enfrentar distintas situaciones por ellos mismos, sino que también se preguntan varías interrogantes a lo largo del camino sobre ellos y el mundo que los hacen madurar a un ritmo distinto. Intentan encontrarle un significado distinto a la vida y descubren que lo adquieren al conocer más del mundo. Así se dan cuenta que la edad no es nada más que un número y lo que realmente importa es la manera de pensar de cada individuo.

En Asia conocí a una chica de 18 años con quien conversé durante horas antes de saber su edad. Ella hablaba del mundo, la política, las personas, las energías y la naturaleza con una pasión que le hacía brillar lo ojos de emoción. Por lo tanto, cuando me reveló su edad no pude creer lo pequeña y grande que era al mismo tiempo.

Si crees que eres un alma vieja y compartes el gen de la pasión por los viajes, probablemente así lo sea. A continuación te dejo 3 razones de por qué los adictos a los viajes tienen almas más viejas que el resto:

1. Analizas todo más profundamente que el resto

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@Julijeee

Los viajes no sólo te han dado largos trayectos en destinos exóticos donde te dedicas a reflexionar sobre la situación actual del mundo, sino que también te han enseñado a mirar las cosas más allá de la superficie. Esta es una característica que las almas viejas comparten, ya que tienden a hacer un análisis más profundo de todo lo que llega a sus vidas. Si constantemente te encuentras preguntándote por qué ocurren tantas injusticias y sientes que estos temas te afectan mucho más que a otras personas, probablemente estás dentro de esta categoría.


2. No le das mucha importancia a las cosas materiales

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@HyunhLan

Los mochileros saben que empacar ligero es la mejor forma para moverse fácilmente. Sin embargo, es probable que los novatos sí empiecen con muchos kilos, pero a lo largo del camino vayan regalando unos cuantos. Y es que mientras más aprendes de la vida, más cuenta te das de que no necesitas muchas posesiones para ser feliz. Las almas viejas prefieren cultivar sus relaciones personales y tener experiencias enriquecedoras antes que adquirir un artículo que no necesitan.


3. Sientes la necesidad de encontrar tu lugar en el mundo

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@adriana_cordero

Reconoces que eres distinto a los demás, ya que no piensas de la forma que lo hace la mayoría de las personas. Por eso sientes la necesidad de encontrar un lugar al que puedas llamar tu hogar y no te importa cruzar el continente para hacerlo. Lamentablemente, tus experiencias te han llevado a creer que no tienes un sólo lugar en el mundo, sino que son las almas parecidas a ti que conoces a lo largo de tu viaje las que te hacen sentir en casa.

Ser un alma vieja no es tan fácil como todos piensan, ya que puede dar lugar a mucha confusión al ser tan distinto al resto. Pero debes entender que es genial que tengas todo este conocimiento a tan corta edad, porque es algo que todos debemos adquirir algún día. Por lo tanto, aprovéchalo, cultívalo y sigue explorando nuevos rincones del mundo para incrementarlo.

¿Crees que eres un alma vieja?

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