Unos osados alpinistas de hielo son los primeros en escalar las Cataratas de Niágara congeladas

“Hace que tus intestinos vibren y te hace sentir muy, muy pequeño”, dijo el atleta extremo. Mira su aventura hasta la cima. 

Los escaladores de hielo Will Gadd y Sarah Hueniken hicieron historia cuando se convirtieron en los primeros en ascender por las famosas Cataratas Niágara. Para lograr esta hazaña siguieron una capa de hielo de 9 metros que se formó al borde la Catarata Horseshoe, la cual asciende hasta los 46 metros, haciéndose paso ente el borde los Estados Unidos y Canadá.

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La Catarata Horseshoe es la más grande las tres secciones principales de las Cataratas del Niágara, y es considerada la catarata más poderosa del mundo. “Hace que tus intestinos vibren y te hace sentir muy, muy pequeño, dijo Gadd sobre las ensordecedoras cataratas. “Nunca había vivido algo parecido”. Gadd y Hueniken, ambos canadienses, realizaron el ascenso a principios de año aunque la noticia de la escalada fue mantenida en secreto por Red Bull, el productor de la bebida energética, quien auspició este intento y planeó hacerlo público después del Super Bowl. Gadd, de 47 años, lideró la escalada sobre el hielo seguido por Hueniken, de 34 años, quien pasó horas refugiada en una cueva de hielo a la mitad de la ruta para evitar ser golpeada por trozos de hielo.

Cuando Gadd alcanzó la cima dijo: “El poder de las cataratas es impresionante”. Para Gadd, que calificó el ascenso como uno de grado 6  –el segundo grado más alto en la escala de dificultad de escalada sobre hielo– el desafío más difícil de este histórico ascenso no fue la escalada en sí, sino más bien el largo proceso burocrático –el cual tardó más de un año– para obtener los permisos. Escalar las cataratas es ilegal y según señaló Tom Watt, el superintendente del parque por el lado de Nueva York, antes de Gadd nunca nadie había solicitado este permiso especial.

Hueniken estaba fría y tensa cuando finalmente emergió de la cueva de hielo para seguir a Gadd e ir retirando los tornillos de hielo que él había colocado durante el ascenso para su protección. Colgando de una herramienta de hielo, hizo el movimiento de un molino de viento con su otro brazo para regresar algo de sangre hacia las puntas congeladas de sus dedos. Cuando llegó a la cima 45 minutos después, su padre estaba de pie en el borde canadiense del río, rebosando de orgullo.

Ella creció a 32 kilómetros de las Cataratas de Niágara, y desde pequeña vivió la tradición de visitarlas en el Día del Padre. “Creo que esto significa más para mí que lo que significaría para otras personas porque yo crecí cerca de aquí”, dijo Hueniken luego de completar la escalada. En la cima de las cataratas comentó que “desde que era pequeña, siempre me sentí atraída hacia los bordes de las cataratas. Creo que es parte de la naturaleza humana el sentir curiosidad sobre la gravedad y preguntarse cómo se sentiría el dejarse caer”. “Es una cosa extraña, pero cualquier persona que ha estado en las cascadas conoce ese sentimiento”, dijo. “Este lugar tiene poder sobre las personas”.

Magneto de Aventuras

Conocidas por ser un destino popular para lunas de miel, las Cataratas del Niágara también han sido testigos de una larga tradición de atraer a temerarios a sus bordesAnnie Taylor, una profesora de 63 años, fue la primera persona en lanzarse por las cascadas en un barril en 1901.

Se reportó que dijo: “Nadie debería volver a hacer eso”, cuando emergió del barril, golpeada y sangrando, desde el fondo de las cataratas. En los 114 años que han pasado desde entonces, otras 14 personas han repetido la hazaña, cinco de los cuales murieron en el proceso. El aventurarse a caer por las cataratas es ilegal, y quienes sobreviven se arriesgan a arrestos y multas muy grandes.

Gadd es un atleta extremo profesional (es el Aventurero del Año de National Geographic) y ha estado forzando los límites de múltiples deportes por casi tres décadas. Ha ganado tres medallas de oro en escalada de hielo en los X Games, ganó las nacionales de parapente de los Estados Unidos y Canadá, mantiene el record mundial de distancia por tramo recorrido en parapente (423 kilómetros), cruzó los Estados Unidos volando un paramotor, y bajó por kayak por docenas de descensos principales de ríos en Norteamérica.

También es el escritor del libro sobre cómo escalar sobre hielo “Escalada en hielo y mixta: técnica moderna“, el cual ha sido traducido a cinco idiomas. “Él es el tipo de persona que te hace sentir que cualquier cosa es posible”, dice Hueniken, su novia y pareja frecuente de escalada. “Su problema más grande es que necesita diez vidas más para lograr hacer todo lo que sueña constantemente”.

Visto en: National Geographic