Después de ver estas hermosas imágenes, no me cabe duda que este lugar nunca perteneció realmente al ser humano.
En la costa este de China, cerca de la desembocadura del río Yangtze, una pequeña isla oculta un maravilloso espectáculo natural. La isla Gouqui, que forma parte de un archipiélago de alrededor de 400 islas, alberga una villa pesquera abandonada que de a poco ha sido reclamada por el paso del tiempo y una intrépida hiedra que ha logrado cubrir prácticamente cada rincón de ella.
Jane Qing
Sus habitantes la dejaron a la merced de la madre naturaleza una vez que sus aguas no pudieron cumplir las cuotas de los cada vez más abundantes botes pesqueros. Houtou Wan, es una de las muchas villas que han quedado abandonadas en China debido a la urbanización, la inaccesibilidad o la escasez de recursos, y se han convertido en pueblos fantasmas. Pero hay que admitir, que este lugar está muy lejos de convertirse en un rincón solitario y escalofriante –como muchos otros lugares abandonados–. Cada ladrillo está invadido de vida y de verde y probablemente ya se ha convertido en un santuario natural para muchas especies que antes se mantenían alejadas por miedo a la presencia humana.
Jane Qing
Ahora la villa verde, se ha convertido en un destino turístico donde aún viven algunos ancianos que se han rehusado a dejar su lugar de nacimiento.