1. Cuando todos en el restaurant tratan de ayudarte para ver qué puedes ordenar
“Podrías pedir la ensalada Cesar, pero sin pollo”, “Huevos ¿Comes huevos?”, “Ordena el sandwich de pollo, sin pollo”,
2. Cuando llevas tu propia comida a las barbacoas o parrilladas
“¿Puedes colocar mis champiñones y pimentones en la parrilla?”
3. Cuando le dices a alguien que eres vegetariano
4. Cuando tus amigos quieren compartir platos en el restaurante
Y terminas pagando $50 dólares por un pequeño plato de aceitunas y mucho pan.
5. Tus familiares que no entienden por qué eres vegetariano
7. “Entonces qué comes, ¿Ensalada?”
Sí, claro. Solo como lechuga. Una hoja de lechuga.
8. Cuando vas a un restaurant francés
Miras el menú y… “Creo que tendré una…sopa de cebolla?” “Oh, ¿tiene caldo de carne?” “Mmm…creo que entonces solo pediré unos espárragos”.
9. Cuando alguien te invita a comer a su casa
Estás constantemente consternado. No sabes si advertirle que eres vegetariano y hacer que trabaje el doble al hacer comida especial para ti, o no decirle y que se sienta mal cuando no puedas comer nada de lo que hizo.
11. Cuando la mesera llega a la mesa y te recomienda todos los especiales del día (sí, todos contienen carne)
12. Dos palabras: Celebraciones especiales
13. Cuando la entrada vegetariana es sólo una pila de vegetales rostizados y tienes que pagar $18 dólares por ella de todas formas
14. Cuando tienes que preguntar los ingredientes de todo
15. La cara que pones al pasar por el pasillo de las carnes o carnicerías
16. Cuando tienes que llevar tus propios snacks a todas partes
