Nada mejor que conocer un acantilado desde el aire sin necesidad de sentir el vértigo.
Martín Lozano, un turista alemán, estaba recorriendo las islas Cíes en España, cuando se sintió intrigado por una gaviota posada al borde de un mirador sobre un acantilado. Dejó su cámara frente a ella y esperó a un lado para dejar que la cámara grabara a esta ave en todo su esplendor. El problema fue que Lozcano no previó que la gaviota tenía una inclinación por lo audiovisual… así que en pocos segundos la gaviota robó la cámara y salió volando entre los gritos del turista que no quería perder su valiosa cámara.
Por suerte Lozcano alcanzó a la gaviota un par de metros más adelante y recuperó su cámara. Cuando revisó el video se encontró con una agradable sorpresa: cuando la gaviota robó su cámara, grabó unas imágenes mucho más interesantes de las que él había logrado grabar.
httpv://youtu.be/8a5ID0x932I