Un dron grabó por primera vez una población de orcas salvajes nadando en el océano. En un trabajo en conjunto entre la Administración Nacional de Océanos y la Atmósfera (NOAA en inglés) y el Acuario de Vancouver, diversos drones están teniendo una mirada crítica de la forma en la que las orcas salvajes viven.
Incluso desde una altura de 30,5 metros (100 pies) –que es la altura a la que se encontraba el dron al tomar las fotografías– los científicos pueden identificar si las orcas están sanas o delgadas.
Los drones tienen ciertas ventajas sobre los estudios más tradicionales sobre un barco y sus métodos y también sobre la observación a través de un vidrio de plexiglás. Y mientras el dron se mantenga a una distancia prudente, se asegura que las ballenas no sean perturbadas. Los llamados “snot bot” –unos drones especialmente diseñados para recoger el mucus de las ballenas– también pueden volar sobre la nube de agua expulsada por las ballenas y recolectar mucus y hormonas del agua que expulsa.
Gracias a estos drones los científicos, además de ver comportamientos amistosos y de juego entre las ballenas y ver si estas se encuentran bien alimentadas, pueden utilizar las imágenes para saber si las ballenas están preñadas. “Las animales preñadas son las que tienen su mayor circunferencia detrás de su caja torácica”, señala el investigador de NOAA, John Durban. “Nos muestra que somos capaces de detectar las diferencias en su condición corporal relacionadas a la nutrición pero también podemos detectar diferencias relacionadas al embarazo y estos son datos importantes a los que queremos llegar, ser capaces de utilizar la forma de sus cuerpos para decir algo sobre su condición de los animales y en última instancia acerca del estado de la población”, agrega.
httpv://youtu.be/Ln8AX7n4ftA