Tenemos tiempo para salvar la vida en el océano, pero sólo si no cometemos el mismo error

Un nuevo estudio dice que el estado de las especies marinas hoy se compara al de las especies terrestres antes de la revolución industrial.  

Primero las buenas noticias: Comparado con la destrucción que los humanos hemos causado en los animales terrestres, las criaturas del océano están mucho mejor. ¿Las malas noticias? Nos estamos poniendo al día con los animales marinos y amenazando sus poblaciones.

Según un nuevo estudio publicado en la revista Science la raza humana ha llevado a menos de 50 animales marinos a la extinción, pese a practicar la pesca por millones de años, mientras que ha hecho desaparecer a cientos de animales terrestres sólo en los últimos cientos de años que van “desde especies famosas como el dodo hasta extravagantes anfibios en los bosques lluviosos”, señaló el coautor del informe, Douglas McCauley, un ecologista marino en la Universidad de California en Santa Bárbara.

Ahora sin embargo, estamos en camino a traer las mismas desgracias a las criaturas del océano debido a la sobrepesca, la caza y al transformar su hábitat al minar el fondo marino, al contaminar sus aguas y al influir en el alza de las temperaturas en el agua y acidificación debido al cambio climático. “Las cifras de extinción de especies marinas hoy se ven similares a los niveles moderados de extinción de especies terrestres que se veían antes de la revolución industrial“, señala el estudio. “Las tazas de extinción terrestres han aumentado dramáticamente después de este periodo, y ahora podríamos estar sentados frente al precipicio de una similar extinción en el océano”.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de McCauley describieron tres tipos de pérdidas de animales:

Una de ellas es que alrededor del 90% de los grandes peces viviendo cerca de la costa han experimentado algún grado de “extinción local”, donde una especie desaparece de un lugar específico de su distribución. La segunda es que en el Pacífico Norte las poblaciones de ballenas grandes han disminuido entre 80% y 90% desde la caza de la que fueron víctimas luego de la Segunda Guerra Mundial,hasta el punto en el que desaparecieron de la lista como la mayor presa de las orcas. Ahora las orcas han respondido a esta “extinción ecológica” diezmando las poblaciones de otras especies como las nutrias y lobos marinos. Finalmente, la caza también ha llevado a que los números de ballenas azules decaigan en el Ártico desde 239.000 ejemplares hasta sólo 2.000 en el siglo XX. Si bien no erradicamos a todas las ballenas azules, ellas han tenido que sobrevivir en números tan pequeños que la han vuelto una especie “comercialmente extinta” y no rentable para cazar.

McCauley dijo que espera que las personas tomen este estudio como “una patada en el trasero” para que protejan la vida en el océano. “Ya hemos perdido algunas de esas oportunidades en el territorio terrestre“, añadió e instó al público a seguir presionando para encontrar soluciones al cambio climático y mayor protección de los ecosistemas marinos.

“Conocemos los lugares en el océano que suelen ser buenos refugios para las especies que escapan del calentamiento de las aguas y la acidificación”, dijo y continuó:  “Una de las cosas que espero es que los lectoras vean esto y digan: No deberíamos cometer el mismo error en el océano que cometimos en la tierra“.

Visto en: Take Part