Si alguna vez has observado una colmena, sabes que hay una cantidad increíble de trabajo en equipo para mantener la colonia en funcionamiento. Los apicultores tienen una tradición de compartir ideas y colaborar unos con otros, sobre todo desde el año 2006 cuando empezaron a morir un tercio de las colonias en Estados Unidos y muchas otras en el resto del mundo, muchos comenzaron a pensar en alguna idea que pudiera salvar a las abejas. Y este equipo dio con una asombrosa solución.
Open Source Beehive, un proyecto de ciencia creado por un equipo global de eco-tecnólogos, buscó una “respuesta conjunta a la amenaza que enfrentan las poblaciones de abejas en los países industrializados de todo el mundo”. Y el resultado es una colmena de fácil armado que podría hacer una gran diferencia en la actual crisis de las abejas. ¿Lo mejor? Cualquier persona en el mundo puede descargar su diseño de colmena de forma gratuita. Luego, todo lo que tiene que hacer es acercarse a una fábrica o a un centro de impresión especializado para tener acceso a una máquina que pueda reproducir el patrón en la madera y cortársela. Suena complicado, pero no te preocupes, el proyecto ofrece documentos detallados de las especificaciones. Si no, también está la opción de comprarlo listo para armar.
Sin embargo, la clave de estas colmenas es el Kit de Ciudadano Inteligente, que es un sensor de código abierto que transmite datos a una plataforma abierta. Los sensores envían los datos sobre la salud general y el comportamiento de las abejas, así como la temperatura de cada colmena y si los residuos de plaguicidas están presentes. La gracia es que los datos recogidos de cada colmena se publican junto con su locación geográfica, permitiendo una comparación adicional y análisis de las colmenas. El proyecto y campaña crowdfunding “Indiegogo” fue la plataforma que utilizaron para recaudar fondos para ayudar a refinar los sensores.
Andre Houssney, uno de los asesores de Open Source Beehive, dice que el mayor reto para la solución del colapso de las abejas es que gran parte de las investigaciones que se realizan son financiadas por corporaciones como Monsanto. Los productores de cultivos modificados genéticamente son conocidos por rociarlas con pesticidas neonicotinoides, que se cree que son muy peligrosos para las abejas.
Es por eso que Houssney, que dirige Zambeezi, una empresa social con sede en Zambia que produce miel y cera de abejas orgánicas, cree que los datos o información que obtengan los diferentes ciudadanos del mundo con este proyecto, podrían proporcionar una perspectiva alternativa. “Si pudiéramos conseguir suficiente gente para que tenga sus propios sensores y tener sus colmenas, podríamos empezar a recopilar datos sobre lo que realmente está causando la desaparición de las colonias de abejas”, dice Houssney. El equipo espera tener las colmenas listas para la venta para el primer semestre de 2015.
httpv://youtu.be/KM1AOUVLUns
Visto en: Take Part, The Guardian, Open Source Beehives