Cada vez son más los que innovan en la industria automotriz, con el fin de encontrar “el auto del futuro” donde se pueda reemplazar los combustibles convencionales por otras fuentes más ecológicas. Ya hemos visto el caso del auto que funciona con agua de mar y el modelo ecológico que lanzó Toyota. Sin embargo hoy la atención está fijada sobre un grupo de estudiantes que ingenió un auto eléctrico familiar.
El vehículo fue construido por ‘Solar Team Eindhoven’, un grupo de estudiantes de la Universidad de Tecnología de Eindhoven en los Países Bajos, para demostrar que un auto solar podía verse como algo salido directamente de ‘Blade Runner’, pero que podía salir a la calle.
El Stella es un sedán eléctrico con forma de renacuajo cubierto de módulos solares y energizado sólo por la luz del sol y puede andar 800 km con una sola carga –sus paneles solares de 1.5 kW cargan continuamente la batería de iones de litio, siempre y cuando el sol este brillando–.
Han habido otros autos eléctricos potenciados por el sol —por aproximadamente 30 años, la ‘World Solar Challenge’, en Australia, ha exhibido esta tecnología– sin embargo esos autos son la mayoría pequeños, simples, individuales y hechos para la velocidad.
El Stella, por otro lado, está catalogado como el primer auto familiar del mundo que corre gracias a la energía solar, pudiendo llevar hasta cuatro personas en una cabina de baja altura. Levanta los paneles solares que hay en la cajuela con forma de cola de pez y tendrás espacio para tus compras. El Stella, el cual tiene una velocidad máxima de 75 millas por hora, está equipado con novedades de alta tecnología tal como un manubrio que se expande en tus manos para señalar que estás excediendo el límite de velocidad, o bien, se contrae cuando estás manejando muy despacio. Para activar las señales de giro, tan sólo tienes que apretar el lado apropiado del manubrio.
El Stella cumple con los estándares de seguridad holandeses y el equipo condujo el auto desde Los Ángeles hasta San Francisco por la carretera de la costa de California, impulsado casi completamente con energía solar. (El auto tenía harta batería, pero el equipo lo conectó una vez solo para estar seguros).
“Creemos que es posible comenzar a producir estos autos y llevarlos a las exhibiciones dentro de cinco a diez años”, dijo Lex Hoefsloot, el gerente de Solar Team Eindhoven, mientras estaba parado junto al Stella estacionado afuera de la majestuosa residencia del consulado holandés en San Francisco. “Es un sueño muy grande, pero creemos que es posible porque las tecnologías usadas no son del todo nuevas”.
Los módulos solares fueron hechos por ‘SunPower’, una compañía de Sillicon Valley; y las baterías de iones de litio vienen de Panasonic, quienes proveen a Tesla. El Stella pesa 175 kg y su cuerpo, de 4,6 metros de largo y está hecho de fibra de carbón. La forma extremadamente aerodinámica maximiza su rango de conducción. No obstante, ayuda a ser más flexible; el auto se encuentra a poco menos de 1,2 metros altura y meterse en él, a través de sus puertas de ala de gaviota, requiere del conductor y los pasajeros de doblarse y deslizarse dentro de la cabina.
Durante una breve prueba de manejo, el auto también exhibió tecnología de los fabricantes holandeses de chips ‘NXP’, los cuales permiten que el Stella se pueda comunicar con otros autos como también con señales de tránsito, discos pare y objetos en el camino que hayan sido equipados con balizas.
Mientras manejábamos por la calle una pantalla de video, en el auto, advertía de un semáforo, en rojo, que se volvería verde en seis segundos, de que había construcciones en el camino y que una ambulancia estaba adelante. “Estamos tratando de traer la mayor cantidad de inteligencia posible al auto”, dijo Lars Reger, el vicepresidente de investigación y desarrollo de NXP. Hoefsloot admitió que el costo de desarrollar el prototipo del Stella fue “enorme”. “Pero creemos que es posible hacerlo tan asequible como un auto regular”, dijo.
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