Somos más parecidos a los animales de lo que muchos creen. ¡Incluso les afectan los alimentos como a nosotros!
En el último tiempo la importancia de consumir alimentos enteros, crudos y sin procesar se ha vuelto cada vez más popular al momento de seguir una dieta saludable sobre todo porque de esta forma se evitan químicos y otros aditivos y se absorbe una mayor cantidad de nutrientes de ellos. Bueno, al parecer este mismo consejo se aplica también a los chitas.
La doctora Katherine Whitehouse-Tedd de la Universidad de Nottingham Trent, comenzó a notar que los chitas en cautiverio estaban desarrollando enfermedades como gastritis y otras condiciones gastrointestinales a niveles nunca antes registrados. Lo extraño de esto es que los chitas en su ambiente salvaje prácticamente nunca desarrollan este tipo de afecciones, sin embargo aquellos que se encontraban en cautiverio mostraban índices que convertían a estos trastornos casi en una epidemia. De hecho sólo en Norteamérica, el 95% de los chitas en cautiverio sufrían de estas enfermedades. Así fue como se le ocurrió verificar si lo que estaba causando estos malestares era la alimentación que recibían.
Recorrió 86 establecimientos alrededor del mundo y examinó a 184 chitas en cautiverio y lo que descubrió fue que aquellos chitas que eran alimentados con carne cruda de animales mostraban niveles mucho menores de trastornos gástricos que aquellos chitas alimentados con carne de caballo y otros alimentos procesados. Incluso vio que su alimentación los estaba afectando en ámbitos nunca antes imaginados. “Las enfermedades gastrointestinales son más propensas a conferir significantes implicaciones al bienestar de los animales afectados y podrían explicar la pobre tasa reproductiva de los chitas en cautiverio“, señaló la doctora.